100 años de la federación apostólica: Lecciones para el Schoenstatt de hoy

San Vicente Pallotti, en su época, experimentó fuertemente la necesidad de que los laicos tuvieran participación apostólica en la Iglesia. El P. Kentenich, en el corazón del Padre y de la Mater, quiso dar a esa participación apostólica la organización que Cristo, en el Espíritu Santo, le habría dado: escogiendo a los que Dios quería, acogiéndolos como a sus hijos, y formándolos de acuerdo a la misión propia que Él dio cada uno, para así enviarlos a evangelizar el ambiente en el que viven e ir creciendo día a día en santidad. El hombre nuevo en la comunidad nueva que propone Schoenstatt, es fruto de las tres gracias de nuestro Santuario, a partir de la Alianza de Amor con María sellada por el P. Kentenich y los primeros congregantes en el Santuario original. La idea de la Confederación Apostólica Universal (CAU) nace de las congregaciones marianas existentes en la época. Schoenstatt y Pallotti sólo comparten la idea original de un apostolado laico universal.

Maria Isabel Herreros Herrera
Viña del Mar,Chile