Carta del Padre Heinrich Walter a Benedicto XVI

En el último día de pontificado del Papa Benedicto XVI, el padre Heinrich Walter,  presidente de la presidencia internacional de Schoenstatt, le escribió la carta que aquí reproducimos.

| P. Heinrich Walter P. Heinrich Walter

Muy estimado Santo Padre:

El Movimiento internacional de Schoenstatt agradece junto a toda la Iglesia universal por la conducción de la Iglesia a lo largo de su pontificado como sucesor de Pedro. Damos gracias al Dios trino de que, en esta época de cambios, nos haya regalado a un pastor y maestro que, con gran sabiduría, ha atendido y mostrado simultáneamente razón y fe. Como experimentado hombre de Iglesia, ha buscado Ud. el diálogo con claridad y humildad, y así ha puesto a la Iglesia en contacto con científicos, gobernantes y también con otros líderes religiosos. Se ha mostrado Ud. en público con confianza en la misericordia de Dios también respecto a la dolorosa realidad de la Iglesia. Como hombre de Dios ha dado Ud. un testimonio visible de que en todo se trata de la gloria de Dios y de su Reino.

Con sus encíclicas, pláticas y alocuciones ha dirigido la atención hacia las grandes realidades del cristianismo. Una y otra vez ha presentado Ud. siempre el amor de Dios como la raíz del mensaje cristiano. Le damos las gracias por esta conducción hacia lo central de lo que la Iglesia es hoy y cómo debe actuar hoy en el mundo.

Como Familia de Schoenstatt le hemos acompañado en este camino con cordial solidaridad y en amor fiel a la Iglesia, al cargo y a la persona del Papa. Nuestro fundador, el P. José Kentenich, nos enseñó que la Iglesia sólo puede ser una familia de creyentes cuando el Santo Padre y los obispos son reconocidos en su tarea paternal. La sociedad moderna, huérfana de padre, ha recibido el regalo de una voz paternal de seguridad a través de su persona y de sus enseñanzas.

En el Santuario de Schoenstatt le encomendamos a la protección de María a Ud. y a la herencia espiritual que Ud. deja. Que Ella le acompañe especialmente en el día de hoy.

Que María implore los dones del Espíritu Santo sobre los cardenales para la elección de su sucesor querido por Dios, para que todos los espíritus puedan estar cada vez más unidos en la verdad y todos los corazones en el amor.

Vallendar-Schönstatt, a 28.02.2013

P. Heinrich Walter

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