Conociendo profundamente a María en el Santuario de la Molina, Lima, Perú
En el Santuario de La Molina, en Lima, Perú, un grupo de seis señoras quiso hacer su Alianza de Amor con la Mater, y tres renovar la que ya habían hecho hace algunos años. Así, empezaron su preparación muy entusiasmadas en el mes de octubre, poniendo a los pies de la Virgen, como Capital de Gracias del Grupo, su puntualidad en las reuniones, ofrecimiento que fue cumplido casi en su totalidad. Durante este tiempo de preparación reforzaron sus conocimientos sobre la vida de la Santísima Virgen, sobre su grandeza, especialmente en los pasajes bíblicos en que la encontramos orando, cantando, o donde se habla de sus siete dolores. También se abordaron los cuatro dogmas dictados por los Papas reconociendo su Inmaculada Concepción, su Maternidad Divina, que fue Virgen antes, durante y después del parto; y la Asunción a los Cielos, donde finalmente se encontró con su Amado Hijo. Las "estudiantes" desglosaron y meditaron las seis promesas y las seis exigencias de la Mater para sellar una Alianza de Amor, que es lo más profundo de la espiritualidad de Schoenstatt, y que representa el vínculo de María con el Padre Fundador. En el camino, ellas fueron descubriendo -también- detalles de la vida, obra y personalidad del Padre Kentenich, para poder imitarlo...
Martes 21 de diciembre de 2010 | Queca Espinoza (Lima, Perú)En el Santuario de La Molina, en Lima, Perú, un grupo de seis señoras quiso hacer su Alianza de Amor con la Mater, y tres renovar la que ya habían hecho hace algunos años. Así, empezaron su preparación muy entusiasmadas en el mes de octubre, poniendo a los pies de la Virgen, como Capital de Gracias del Grupo, su puntualidad en las reuniones, ofrecimiento que fue cumplido casi en su totalidad.
Durante este tiempo de preparación reforzaron sus conocimientos sobre la vida de la Santísima Virgen, sobre su grandeza, especialmente en los pasajes bíblicos en que la encontramos orando, cantando, o donde se habla de sus siete dolores. También se abordaron los cuatro dogmas dictados por los Papas reconociendo su Inmaculada Concepción, su Maternidad Divina, que fue Virgen antes, durante y después del parto; y la Asunción a los Cielos, donde finalmente se encontró con su Amado Hijo.
Las "estudiantes" desglosaron y meditaron las seis promesas y las seis exigencias de la Mater para sellar una Alianza de Amor, que es lo más profundo de la espiritualidad de Schoenstatt, y que representa el vínculo de María con el Padre Fundador. En el camino, ellas fueron descubriendo -también- detalles de la vida, obra y personalidad del Padre Kentenich, para poder imitarlo.
Percibieron que fue un hombre Desinteresado: al servicio de la misión, regalado por entero a las personas. Perseverante: sin interferencias. Lleno de esperanza: confiado como niño, y un cálido hilo conductor. Paciente-constante: la madre del Señor bendice los pequeños comienzos, tejer con puntos pequeños. Solitario-uno con Dios: su secreto de vida fue: "Yo rezo siempre, sumergido en Dios, nunca persona humana influyó en mí". Confiado: sonreír en las dificultades, santidad de minuto a minuto. Y para completar los tres vínculos de Schoenstatt, descubrieron la importancia que es estar siempre unidas al Santuario, porque allí reciben tres gracias fundamentales: el cobijamiento en los brazos de laMadre Celestial, lo cual las llevará a una transformación interior y les dará la fuerza para el envío apostólico que es lo que las hace ser instrumentos en sus manos. Tres gracias que no se pueden separar, una da lugar a la otra.
Al contemplar los cuatro hitos, aceptaron los consejos vivientes que les dejó el Padre Fundador como que: nunca pidió a su familia algo que él no había hecho antes, que durante el día se dirigía a Dios con pequeñas jaculatorias; que Dios ha trazado desde la eternidad un plan específico para nuestra vida y tenemos que descubrirlo. Ante un inconveniente el Padre siempre decía: "Ahora, vamos a ver cómo la Madre del Señor soluciona este asunto". Ante el pecado dice: no nos desanimemos, al contrario, a través de ello debe producirse un fuerte impulso ascendente en nuestra alma. Ante problemas de fe: María, nuestra Madre celestial es el imán que nos atrae a ella nuevamente. Frente a problemas con la Iglesia por aspectos humanos y materiales, asegura: no olvidemos que Cristo es el verdadero valor de la Iglesia, que para buscar la paz que es el estado que todos anhelan y que tan pocos encuentran, deben valorar a cada ser por su dignidad, y decirles "me pongo por entero a disposición tuya con todo lo que soy y tengo, con mi sabiduría y mi ignorancia, mi poder y mi debilidad, pero por sobre todo, con mi corazón". Sólo así el mundo se pacificará, empecemos por nuestro pequeño entorno.
De este modo, ya estaban listas para un intercambio de corazones, de bienes y de intereses, sabían que para el Capital de Gracias no basta la buena voluntad, sino que hay que comenzar a santificarse mediante hechos concretos, y que a eso las ayudará el Horario Espiritual, ya que es un camino práctico que nos conduce a la conquista de nuestros ideales.
Esta preparación culminó el 9 de diciembre con un hermoso nombre del grupo al cual llegaron después de intercambiar opiniones y se optó por el que tuvo mayor apoyo: "AMANECER EN EL CORAZÓN DE MARÍA". El sábado 11 hicieron su Alianza en el Santuario a las 21 horas. El emocionante acto fue presidido por el Padre Paul Jaimes, sacerdote diocesano con Alianza de Amor.
Estas optimistas y alegres señoras, leyeron su oración, la depositaron sobre el altar y ante la pregunta del Padre Paul: "QUEDAMOS EN ESO", contestaron con firmeza: "PERMANECEMOS FIELES". Y recibieron la medalla que será el recuerdo viviente de su "Sí" a la Mater.
El -Ite Misa est- "ID AHORA YO OS ENVÍO", fueron las últimas palabras del Padre y Fundador para su Familia.
Entonces ahora pueden contestarle: Sí, Padre Kentenich vamos contigo al jubileo de ese gran reto empezado el 18 de Octubre de 1914, por el inmenso amor y confianza en su Madre Celestial, que lo llevó al Dios Uno y Trino y a amar a la Iglesia. Nuestros corazones están ardiendo de amor por ello y no olvidaremos que para un "Madre, nada sin ti" está un sincero "nada sin nosotros".
Queca Espinoza
Lima - Perú