¿Cuál es una salida, para el Schoenstatt “en salida”?
En la tierra de Schoenstatt, experimentamos que el ‘Cántico al Terruño’ es una realidad tangible y profética. Roma fue sentir que la Iglesia-familia es camino de futuro. La cual nos demandaría una profundización vital del vínculo con el ‘principio paterno’ del Pueblo de Dios, el Santo Padre.
Lunes 8 de diciembre de 2014 | P Joaquín AlliendeA comienzos de octubre, desde distintos rincones, se escuchó: 'nuestra Mater nos va a sorprender con grandes regalos'.
Así fue. En la tierra de Schoenstatt, experimentamos que el 'Cántico al Terruño' es una realidad tangible y profética. Roma fue sentir que la Iglesia-familia es camino de futuro. La cual nos demandaría una profundización vital del vínculo con el 'principio paterno' del Pueblo de Dios, el Santo Padre.
La fe práctica en la Divina Providencia es nuestra brújula. Queremos responderle con el 'fiat' de la Virgen Madre. Y con el 'volo' (quiero), propio del Cristo luchador por la causa del Padre. Ella es la Mujer vestida de Sol en el centro del combate, por dar a luz al Niño, que "rige toda la historia con cetro de hierro" (ver Apoc. 12,5).
Tomemos a Chile como un caso ilustrativo. Esto nos servirá para enfocar mejor un paso próximo hacia la acción concreta. En este país, nuestro Movimiento es el más numeroso y extendido en la Iglesia Católica. El gobierno de Chile promueve hoy activamente una desastrosa ley pro-aborto. ¿Vamos a lamentarnos y escandalizarnos en modo meramente contemplativo? O Schoenstatt dirá: 'fiat' y 'volo'. O más bien diría: 'volo' y 'fiat'. Tal vez se tome una decisión audaz. Sería una opción estratégica en la dirección de "Schoenstatt, alma del mundo". Sería, 'Schoenstatt en salida', hacia un campo en el cual nuestras familias y todos los laicos, podrían tener particular protagonismo, dentro y fuera de nuestro Movimiento. Claro está que no se trataría de una tarea privativa de Schoenstatt. Al contrario. Sería un Schoenstatt que mueva a los que han de moverse, en un asunto objetivamente dramático.
Puede bien ser que el caso chileno no tenga validez general. Lo que sí tiene validez general es un autocuestionamiento post-jubileo. La pregunta providencialista no puede ser rutinaria y tibia. Debiera 'mordernos', calarnos. Jesús mismo se nos manifestó en el Acta de Fundación. En ella aparece el horizonte de un nuevo Tabor resplandeciente, pascual y esperanzador. El jubileo 2014 no solo nos confirmó, sino que nos desafió a apurar el paso.
Ya es adviento, tiempo de interioridad y anhelo. Resuena la pregunta de María acerca de la Encarnación del Verbo: "¿Cómo será esto...?"(Lc.1,34). Se trataba de un hecho del todo imposible. Ella preguntó, reflexionó, creyó y aceptó. Se inició la creación nueva, "más hermosa que la primera" (liturgia del cuarto domingo de adviento). ¿Cómo será el Schoenstatt en salida" – "¿Cómo será esto, si yo... ?"
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Si la fe práctica en la Divina Providencia es nuestra brújula, también necesitamos una carta de navegación.
Como expresión de un auto cuestionamiento post jubileo la pregunta providencialista debiera mordernos, calarnos hasta los huesos.
¿Cómo podemos formular la pregunta?
Si es cierto que en Chile nuestro Movimiento es el más numeroso y extendido en la Iglesia católica y estamos insertos en nuestra realidad político-socio-económica de Chile no deberíamos tener dificultades en formular la pregunta providencialista ¿por qué el aborto?
Si queremos responder con el Fiat de la Mater y el volo (quiero) de Cristo no es suficiente con formular la pregunta. Necesitamos una carta de navegación para responderla.
¿Cuál sería una decisión audaz, cuál sería una opción estratégica, cuál sería una expresión de Schoenstatt en salida?
Eduardo Arnouil
Estados Unidos