Ecos del jubileo: "Gracias"

Solo espero que hoy, las palabras adquieran una "dimensión especial" y sean capaces de expresar lo que tengo en el corazón....todo lo que he vivido, porque eran 100 años que celebrábamos de nuestra primera "Alianza de amor" y eran por otros 100 que la renovaríamos, ella constituye la base de nuestro movimiento con unidad en la diversidad. Comenzamos un segundo siglo con la clara conciencia del 31 de Mayo, de caminar hacia la santidad y fortalecer el espíritu misionero, como escuchamos decir al Padre, Walter Heinrich en la celebración de renovación de la Alianza. Este siglo, depende de nosotros, de nuestra humildad, de la simpleza del corazón.
Conocer el "Santuario original", fue un gran regalo de la Mater y poder tentar el pulso al corazón de más de 10.000 peregrinos con quienes compartimos nuestro amor por María fue otro. Una mezcla de sentimientos, alegría, lágrimas, mucha emoción,... vivimos celebraciones llenas de Dios, llenas de la Mater tan sencilla, alegre, llenando de amor todos los corazones.
Fueron días de una profunda vivencia espiritual, con la Mater muy presente a cada paso, en las sonrisas de los peregrinos que hablaban diferentes idiomas y terminábamos entendiéndonos, porque teníamos un sentimiento común que nos mantenía en sintonía, en todas las emotivas celebraciones, en el milagro de ver gente muy joven que arde de amor por la madre de Jesús lo que garantiza una "eterna Alianza de Amor ", por otros y otros y muchos otros 100 años.....,un hombre nuevo......en un mundo nuevo... En la gran capacidad de servicio que demostró la familia internacional al cobijar tal cantidad de gente de una manera impecable, cada uno con sus propias diferencias, el caminar por esa tierra santa donde piso nuestro fundador y ver la obra que realizo.....sin duda, el P.J.K estaba muy feliz y desde el cielo nos bendecía, con algunas pequeñas gotitas de lluvia que al caer suavemente, hacían más bello el paisaje.
Luego seguimos camino a Roma, al encuentro con el Papa Francisco, que nos esperaba, tan simple, amable, humilde, sin poses, sin palabras rebuscadas, su presencia tan cercana nos emocionó hasta las lágrimas más de una vez...y fue indescriptible la experiencia.
Nuestro viaje fue maravilloso y bendecido, tanto así, que la Mater eligió a una de nosotras para llevarla de la mano al cielo, nuestra hermana Silma Suarez de Landívar, después de haber estado en el Santuario original de Schoenstatt en Alemania, viviendo momentos de espiritualidad profunda, muy cerca de La Mater. En Roma asistió a la audiencia privada que el Papa Francisco concedió a la familia de Schoenstatt internacional tuvo el privilegio de haberse confesado y comulgado en la Basílica de San pedro en el Vaticano y recibido la bendición papal en el Ángelus, horas más tarde, fue llevada dulcemente por María al encuentro con el Señor y presentada por ella misma a su hijo.... en medio de muchas oraciones y con un semblante de paz y tranquilidad, en un lugar Santo, el Convento de las hermanas "Oblatas del Divino Amor". Silma vivió el último día, con una alegría muy especial, alegrándonos a todas, riendo y haciendo bromas. Que Dios y la Mater la tengan por siempre en la gloria. Ojala todas pudiéramos partir de esta manera.
Solo tengo una palabra escrita en mi corazón, "Gracias"... a Dios por dejarme a María como mi madre, a Schoenstatt por ser mi familia... a la Mater por caminar siempre a mi lado y sostenerme tan firmemente en los difíciles momentos que me tocó vivir... Y por siempre el compromiso de conquistar corazones y ayudarlos a recorrer con alegría el camino hacia su hijo Jesús. ...."Con María........ Luz para el mundo".