El 20 de enero... de 2019
Se aproxima un nuevo 20 de enero, conmemoración del segundo hito de la historia de Schoenstatt. El padre Joaquín Alliende recuerda la valentía y humildad de nuestro fundador al ir al campo de concentración de Dachau, y cómo ese espíritu debe seguir vivo, hoy más que nunca, en los tiempos de crisis que afrontamos.
Miércoles 16 de enero de 2019 | P. Joaquín Alliende
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Comentarios
Total comentarios: 2
20/01/2019 - 20:22:38
Gracias P. Joaquin por el mensaje maravilloso de este 20 de Enero, por la reflexion tan clara de la paternidad y de lo paternal. Y muy cierto que todos los Sacerdotes son de carne y hueso, rezamos para que el PF nos infunde mucha fuerza para seguir construyendo la Iglesia de las nuevas playas, que nos de la valentía de dar el salto mortal!!!!!
Sonia Zaracho
Paraguay
Sonia Zaracho
Paraguay
16/01/2019 - 21:24:23
Gracias P. Joaquín por transmitirnos la esencia de la paternidad de Dios, y por mostrarnos cuan humanos son sus hijos... Él escoge instrumentos para cada época, para cada situación, y al igual que al P. Kentenich el 20 de enero, les pide asumir la cruz de Cristo, como reflejos suyos, pero respetando las distancias...
Sí, hemos conocido a Cristo, imagen del Padre, a través del rol paternal y educador de cada uno de ustedes, en especial de aquella huella original suya que el Creador puso en cada uno. También les hemos visto caer, y la gran mayoría de las veces, volver a levantarse.Sin desconocer que vivimos tiempos difíciles, en los cuales la paternidad y la filialidad son cada día puestas a prueba, me inclino a pensar que los sacerdotes, padres y educadores, son lo que nosotros hacemos de ellos. Sin el apoyo real de su comunidad, en la solidaridad de destinos, como lo estuvo el P. Kentenich el 20 de enero, su fidelidad a la misión no tendría sentido.
Maria Isabel Herreros Herrera
Viña del Mar, Chile
Sí, hemos conocido a Cristo, imagen del Padre, a través del rol paternal y educador de cada uno de ustedes, en especial de aquella huella original suya que el Creador puso en cada uno. También les hemos visto caer, y la gran mayoría de las veces, volver a levantarse.Sin desconocer que vivimos tiempos difíciles, en los cuales la paternidad y la filialidad son cada día puestas a prueba, me inclino a pensar que los sacerdotes, padres y educadores, son lo que nosotros hacemos de ellos. Sin el apoyo real de su comunidad, en la solidaridad de destinos, como lo estuvo el P. Kentenich el 20 de enero, su fidelidad a la misión no tendría sentido.
Maria Isabel Herreros Herrera
Viña del Mar, Chile
