El Papa y el diálogo con el mundo: ¿en qué creen los que no creen?

En su exhortación “La Alegría del Evangelio” el Papa Francisco propone un conjunto de interrogantes y retos fundamentales respecto del rol que como cristianos y católicos tenemos en la construcción del mundo. Uno de los temas importantes, es el diálogo con aquellos hermanos que no creen en lo mismo que nosotros.

Martes 16 de septiembre de 2014 | Henry Malbrán

En su exhortación "La Alegría del Evangelio" el Papa Francisco propone un conjunto de interrogantes y retos fundamentales respecto del rol como cristianos y católicos en la construcción del mundo en que vivimos. Uno refiere al diálogo con aquellos hermanos que no creen en lo que nosotros creemos. Y con los cuales sin embargo, debemos convivir y edificar día a día nuestra "común" comunidad nacional y latinoamericana.

Para Chile la necesidad de dialogo entre creyentes (en particular católicos) y no creyentes, respecto a un conjunto de cuestiones de común interés, se ha convertido en un asunto principal. Una encuesta reciente mostró que el porcentaje de católicos que se reconocen como tales en Chile descendió desde un 74% el año 1995 a 57% el 2013, es decir una caída de casi 17 puntos en apenas 18 años, al mismo tiempo que aquellos que se declaran ateos, agnósticos y "sin religión" aumentaron desde 9 a 25% en igual período.

En otras palabras, se configura un escenario donde las grandes cuestiones nacionales como la equidad distributiva y el fin de la exclusión, la educación igualitaria y de calidad, los derechos de las minorías sexuales, la salud digna para todos, el derecho de las parejas, el control de la natalidad, la valorización de la mujer, el respeto por la naturaleza, etc. crecientemente serán abordadas, discutidas y decididas, por chilenos cada vez más diversos en sus convicciones.

De hecho, este debate ya se está dando en las calles de Chile y en el Parlamento, respecto de muchos tópicos que seguramente cambiaran el rostro valórico, espiritual y material de la nación.

Entender las razones del "otro", del que no cree o piensa como "nosotros", es imprescindible para construir un mañana de real esperanza para todos los hijos de Dios en Chile y Latinoamérica. Tener el coraje de salir de las trincheras de la propia moral, de los propios juicios y pre-juicios , para ir al encuentro del "otro" y de lo que Dios tiene que decir a través del "otro".

Francisco lo entiende así ya desde mucho antes de llegar al Vaticano: "El ejercicio del diálogo es la vía más humana de comunicación. Y hay que instaurar en todos los ámbitos un espacio de diálogo serio, contundente, no meramente formal o distractivo. Intercambio que destruye prejuicios y construye, en función de la búsqueda común, del compartir, y que conlleva intentar la interacción de voluntades en pro del trabajo en común o de un proyecto compartido. No resignemos nuestras ideas, utopías, propiedades ni derechos, sino renunciemos solamente a la pretensión de que sean únicos o absolutos". (Cardenal J.M. Bergolio, 2007).

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