El Santuario Joven: Un Signo Victorioso de Mi Juventud

Al cumplirse quince años de la fundación del Santuario Joven en Asunción, desde Paraguay nos envían un comentario sobre su importancia para los jóvenes. ""Hay un antes y un después de este Santuario en la vida de la Familia de Schoenstatt, porque confirmamos que nuestra misión es llevar a María a todos los lugares que podamos".  

| Cristi Flecha de Prono (Paraguay) Cristi Flecha de Prono (Paraguay)

Mi vinculación con el Santuario Joven es muy especial, porque él es un signo victorioso de mi juventud. Recuerdo con intensidad esos tiempos de oraciones, misas, visitas a los grupos de la familia que no estaban de acuerdo con un Santuario en la ciudad, porque consideraban que aún no era el tiempo apropiado, que todavía era suficiente el de Tupãrenda.

Les pedíamos que nos apoyen y nos hagan ese regalo; en una época en que tantas cosas nuevas se hacían para la juventud: grandes centros comerciales, discotecas y pubs espectaculares... nosotros sólo pedíamos un Santuario, al que podamos acudir en cualquier momento del día, antes del trabajo, después de la facultad, antes de un examen, etc.

Después de la bendición, la MTA nos dio la razón: ¡cómo necesitábamos ese Santuario! Cuántos jóvenes (y no tanto) llegan hasta allí, cuántas transformaciones, cuántas vocaciones, misiones, cuántos pequeños y grandes milagros. Yo comparo este santuario con nuestros lapachos, que estallan en flores y nos sorprenden cada año.

Además, para nosotros es muy especial, porque con mi esposo edificamos nuestro noviazgo con el Santuario y nos casamos 5 meses después de la bendición; hasta allí fuimos en cada acontecimiento: preparativos, antes de las despedidas de solteros, con nuestro "primer auto". A su vez, el padre Pablo Mullín nos hizo una apuesta: después de casarnos, al terminar la misa, teníamos que pasar a saludar y ofrecernos a la Mater y así lo hicimos. Súper vestidos de novios llegamos hasta allí y nos consagramos a Ella, que como a todos los que le entregan su corazón, nos sigue acompañando, educando y bendiciendo, ganándonos lejos en generosidad.

Sin duda, hay un antes y un después de este Santuario en la vida de la Familia de Schoenstatt, porque confirmamos que nuestra misión es llevar a María a todos los lugares que podamos, a todos los rincones de nuestra patria, prepararle la morada. Después Ella se encarga del resto.

 

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