Evangelio domingo 15 de enero
Sábado 14 de enero de 2023 | Juan Francisco Bravo15 DE ENERO DEL 2023
Evangelio según San Juan capítulo 1, 29 - 34
Domingo Segundo del Tiempo Ordinario
Meditación de Juan Francisco Bravo Collado
Al día siguiente, Juan vio acercarse a Jesús y dijo: "Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. A él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que él fuera manifestado a Israel". Y Juan dio este testimonio: "He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: 'Aquel sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre él, ese es el que bautiza en el Espíritu Santo'. Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios".
Meditación de Juan Francisco Bravo Collado
Yo lo he visto y doy testimonio
Es como si Jesús me dijera: "Tú has visto. Tú tienes la suerte de tener fe. A ti se te regaló la experiencia de conocerme. Ese regalo tú lo agradeces y lo valoras. ¡No dejes que ese regalo te llene de culpa! ¡no te avergüences de lo que yo te doy! Porque después de ver tienes que salir a dar testimonio. Y si te quedas pegado en ver que no mereces lo vas a hacer mal. Así que, en vez de preguntarte cuánto mereces... déjame salvarte Yo a ti. Déjame a mí hacer el milagro. Y tú permíteme tu pequeñez para que yo muestre mi grandeza."
Cuando me enfrento a este texto me cuestiono a mí mismo si yo también he visto y he dado testimonio. Porque no puedo negar que he visto. Pero no sé si he dado buen testimonio. Una parte de mí dice que, al menos, he estado aquí intentándolo. Otra parte de mí me pregunta por los resultados. Me exige más. O también me enrostra todos los errores e inconsecuencias que llevo. Y daños que he causado. Y siento vergüenza. Porque sé que Jesús me llama a dar testimonio como Juan Bautista. Entonces siento el llamado de Dios que me dice que no tengo que estar a la altura de Jesús. Que basta con que lo siga y que Él es quien me salva.
Querido Jesús: gracias por regalarme la fe. Yo he estado aquí contigo. Yo he visto. Yo creo. Y te pido perdón por el miedo que me da salir a hablar de ti. Dame valor. Quiero reconocer mis pequeñeces. Pero no quiero que eso me impida dar testimonio de Ti. Quiero ser tu discípulo, pero también tu apóstol. Dame serenidad para mirar mi propia vida. Dame responsabilidad para buscar formas de mejorar mis defectos. Dame humildad para saber que he causado daño. Pero también dame alegría, elocuencia, capacidad de conectar con mis hermanos... para que así pueda dar testimonio de ti.
AMÉN