Evangelio jueves 2 de febrero
Jueves 2 de febrero de 2023 | Sebastián Castaño2 DE FEBRERO DEL 2023
Evangelio según San Lucas capítulo 2, 22 - 32
Fiesta de la Presentación del Señor
Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: Todo varón primogénito será consagrado al Señor. También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo: "Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos:, luz para iluminar a las gentes y gloria ed tu pueblo Israel"
Meditación de Sebastián Castaño Fueyo
Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón.
Jesús parece decirnos: he venido para ser la luz que brilla y que ilumina a todos, para guiar el camino a quienes quieren seguirme. Me hice hombre para mostrarles el camino del amor y entrega sin límite; y estoy entre ustedes, no estoy lejos por allá en el cielo. Si ustedes no me reconocen aquí en la tierra, o me ignoran, es porque puedo ser contradicción respecto a cómo vives, actúas, u omites hacer. Yo estoy aquí con ustedes, día a día, y espero que me reconozcas en tu prójimo.
Jesús me recuerda que su camino no será del todo fácil, ni libre de contradicción y dolor. Si creo en Jesús y quiero ser su discípulo, entonces no puedo ignorar su presencia; debo salir a buscarlo aquí en la Tierra, para poder discernir su voluntad. No puedo ser cristiano creyendo que Dios sólo habita en cielo. Creo que contrastar los ideales de Jesús con los míos es un buen ejercicio. Preguntarme más seguido (y ojalá hacerlo en un hábito) ¿Qué haría Jesús en esta situación?
Querido Jesús, concédeme la gracia, así como la tuvo Simeón, para saber reconocerte y poder ver tu luz en medio de las "oscuridades" que vivimos. Perdón Jesús por no reconocerte tantas veces en mi vida. Te pido que, como María, tenga la fe y la humildad necesaria para actuar según tu voluntad. Dame Señor un corazón más puro, donde tu puedas habitar y que tu presencia me guie y me lleve por el camino de la caridad, de la humildad y de la sencillez de corazón.
AMÉN.