Evangelio jueves 20 de julio

20 de Julio del 2023

Evangelio según San Mateo 11, 28 - 30

Jueves de la Décimo Quinta Semana del Tiempo Ordinario

Jesús tomó la palabra y dijo: "Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de Mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana."

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

"Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio"

Jesús pareciera decirnos: "ven querido hermano, acércate con confianza al corazón acogedor de Dios. Aquí podrás encontrar paz, mansedumbre, silencio tranquilizador, y podrás experimentar el alivio que Dios te ofrece. No se trata de evadir la responsabilidad de la vida, ni que tus problemas vayan a desaparecer. Se trata de compartir tu realidad con Dios, presentándole todo lo que tienes en tu corazón y, allí cobijado junto a Él, podrás renovar tu esperanza, tus fuerzas, tu gratitud, tu alegría, y tu amor, aliviando así tu espíritu y dándote confianza para ir por la vida más feliz."
Siento que Dios nos quiere abrazar y nos invita a poner nuestro corazón dentro de su corazón. Así como Jesús puso su corazón en el corazón del Padre, sobre todo en los momentos más difíciles que vivió en su paso por el mundo. Como cristiano, Jesús es mi ejemplo a seguir: humilde y paciente, con el corazón fielmente puesto en Dios Padre. Mi desafío es reconocer más continuamente ese regalo que Dios nos ofrece, ese cobijamiento, para regalarnos su alivio. Y que las preocupaciones del día a día no me alejen del corazón de Dios.
Querido Jesús, gracias por enseñarnos la bondad y el acogimiento que Dios Padre nos quiere regalar día a día. Ayúdame a ser manso y paciente en el camino de la vida, con la esperanza de ser cada día mejor en la caridad. Quiero aprender a acercarme al corazón de Dios y saber poner en sus manos mi vida, y así con su ayuda poder cargar mi cruz. Gracias Señor por tu bondad, tu protección, y por todos los dones que recibimos de tu amor siempre fiel. María, madre de Jesús, enséñame a ser más como tu hijo Jesús. Que te queramos a Ti como María te quiere.

AMÉN