Evangelio martes 6 de diciembre

6 DE DICIEMBRE DEL 2022

Evangelio según San Mateo capítulo 18, 12 - 14

Martes de la Segunda Semana de Adviento

Jesús dijo a sus discípulos: "¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron. De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños."

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

"De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños."

Pareciera que el Señor Jesús nos dice: Uds. mis discípulos, recuerdan siempre los castigos que merecerían por sus pecados. Y está bien que los recuerden porque el pecado los aleja de nosotros en la Trinidad. Pero puede ser que de tanto recordar los castigos, se olviden de lo más importante: que el Padre y Yo y el Espíritu Santo, los queremos a cada uno con un amor infinito. Lo más decisivo en sus vidas , es no olvidar nunca que los queremos con un amor que Uds. no pueden imaginar.

En mi vida he pasado por ambas situaciones: el miedo al castigo por mis pecados, y la alegría de reconocer que Dios me quiere. Y si recuerdo con frecuencia el amor que me tiene la Trinidad, empiezan a desaparecer o amortiguarse las caídas, porque están inspiradas no por el miedo, sino por la gratitud a ese amor divino que me rodea. Del cristianismo del miedo, paso al cristianismo del amor, y al concentrarse en el amor el miedo desaparece y uno vive con la conciencia de ser amado.

Señor Jesús, te adoro y te agradezco por el amor que me tienen desde la Trinidad. Señor, regálame la gracia que no olvide ningún día el amor que me rodea, y recuerde siempre el agradecer ese amor, porque jamás uno es digno de ese amor. Señor Jesus gracias por quererme, gracias por pensar en mi. Gracias porque quieres tenerme siempre a tu lado,. Señor no me sueltes de tu mano, haz que esté cerca tuyo en todas las circunstancias de mi vida. Jesús bendito seas ahora y siempre.

AMÉN