Evangelio martes 6 de junio

6 de JUNIO del 2023

Evangelio según San Marcos, capítulo 12, 13 - 17

Martes de la Novena Semana del Tiempo Ordinario

Le enviaron después a unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones. Ellos fueron y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarla o no?". Pero él, conociendo su hipocresía, les dijo: "¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario". Cuando se lo mostraron, preguntó: "¿De quién es esta figura y esta inscripción?". Respondieron: "Del César". Entonces Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta.

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta.

Parece que Jesús me dijera: A muchos les admiraban mis respuestas. Era el asombro ante consideraciones que no habían sido escuchadas nunca, Pero lo importante de mi ministerio cunado respondía preguntas, era el amor con que fundamentaba mis respuestas. Así Uds., no se fijen en lo espectacular de lo que Yo responda, sino el cariño, la comprensión y la clemencia que lleven mis respuestas. Es cierto que son necesarias las respuestas claras y sabias, pero lo fundamental, son los ojos de misericordia que tienen mis palabras.

Uno siempre anda buscando malabarismos y respuestas llenas de sabiduría humana. Pero las palabras de Jesús, están llenas de sabiduría divina, Y la sabiduría divina, es que surgen del misterio de Jesús que es hombre y Dios. Cuando habla Jesús es un hombre, pero es también Dios. Debo emplear mi pobre inteligencia humana, para entender la hondura de las palabras de un Dios que es puro amor efectivo y afectivo. Son palabras de un Dios que nos ama infinitamente y que es el principal interesado en estas junto a nosotros en la vida cotidiana.

Señor Jesús, te adoro desde el fondo de mi corazón. Te agradezco todo el amor con que me regalas en abundancia todo el tiempo, sobre todo cuando estoy abierto a tus palabras llenas de tu pureza y bondad, Te pido que me regales la gracia de escucharte siempre con atención humilde para para no alejarme de Ti que eres paciencia y bondad., Jesús mi Señor y Salvador. quiero quererte con el mismo amor que te tiene tu Madre y mi Madre, y querer a la Mater como la quieres Tu.

AMÉN