Evangelio sábado 7 de enero

Sábado 7 de enero de 2023 | Gonzalo Manzano

7 DE ENERO del 2023

Evangelio según San Juan capítulo 2, 1 – 12

Sábado de la Feria de Navidad

Al tercer día hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea. La madre de Jesús estaba allí, y Jesús y sus discípulos también habían sido invitados a la boda. En esto se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo: –Ya no tienen vino. Jesús le contestó: –Mujer, ¿por qué me lo dices a mí? Mi hora aún no ha llegado. Dijo ella a los que estaban sirviendo: –Haced lo que él os diga. Había allí seis tinajas de piedra, para el agua que usan los judíos en sus ceremonias de purificación En cada tinaja cabían entre cincuenta y setenta litros. Jesús dijo a los sirvientes:
–Llenad de agua estas tinajas. Las llenaron hasta arriba, y les dijo: –Ahora sacad un poco y llevádselo al encargado de la fiesta. Así lo hicieron, y el encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde había salido. Solo lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua. Así que el encargado llamó al novio y le dijo: –Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los invitados ya han bebido bastante, sirve el vino corriente. Pero tú has guardado el mejor hasta ahora. Esta fue la primera señal milagrosa que hizo Jesús en Caná de Galilea. Con ella mostró su gloria, y sus discípulos creyeron en él. Después de esto se fue a Cafarnaún en compañía de su madre, sus hermanos y sus discípulos. Allí se quedaron algunos días.

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Mi hora aún no ha llegado"

Jesús parece decirme: Mi Sangre la he regalado por todos ustedes en mi muerte. Que falte vino en esta boda es un reflejo de la realidad de mi Pueblo, que anda caminando como ovejas sin pastor. Cuando entregué mi vida en la Cruz, fui a buscarlos a cada uno, dejando a las otras noventa y nueve ovejas para encontrarlos mientras estaban perdidos. Hoy, siguen perdidos y vuelvo a salir a su encuentro, pero no aún. Ya llegará el tiempo de la cosecha, el tiempo en que vuelva a ir por ustedes para salvarlos. Mientras, intenten por todos los medios de encontrar el Camino que los lleve hasta el Padre. Ese Camino soy Yo mismo. Síganme.

A veces las palabras de Jesús me parecen tan crípticas, como si no quisiera hablar llano, pero en realidad, ¿cómo sería hablar siempre conectado con el Padre, constantemente viendo más allá del presente? Que no tengan vino en la fiesta parece algo tan secundario, sin importancia y efímero hasta decir basta, y Jesús, con su cabeza puesta en el Corazón del Padre, es alcanzativo y va a ese momento crucial en la historia. María parece ser su cable a tierra, que lo trae a la pequeñez de los seres humanos, e intercede por nosotros en nuestras necesidades más concretas.

Señor Jesús, hoy quiero seguirte, en realidad hace ratos que lo intento, pero siempre ando perdido o mirando el siguiente paso que voy a dar, sin levantar la vista y ver el camino que deben seguir esos pasos. Me es imposible mantenerme mirando siempre al frente, y seguido seguiré viéndome los pies, porque no soy capaz de tener tu perspectiva. Por eso, necesito que me tomes de la mano y me lleves Tú, tal como yo ayudo a mi hijo para que no tropiece. 

AMÉN

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