Evangelio viernes 10 de febrero

10 DE FEBRERO DEL 2023
Evangelio según San Marcos capítulo 7, 31 - 37
Viernes de la Quinta Semana del Tiempo Ordinario
Santa Escolástica, Virgen y Fundadora. Memoria Obligatoria

Luego regresó Jesús de la región de Tiro y se dirigió por Sidón al mar de Galilea, internándose en la región de Decápolis. Allí le llevaron un sordo tartamudo, y le suplicaban que pusiera la mano sobre él. Jesús lo apartó de la multitud para estar a solas con él, le puso los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva.[a] Luego, mirando al cielo, suspiró profundamente y le dijo: «¡Efatá!» (que significa: ¡Ábrete!). Con esto, se le abrieron los oídos al hombre, se le destrabó la lengua y comenzó a hablar normalmente. Jesús les mandó que no se lo dijeran a nadie, pero cuanto más se lo prohibía, tanto más lo seguían propagando. La gente estaba sumamente asombrada, y decía: «Todo lo hace bien. Hasta hace oír a los sordos y hablar a los mudos».

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"Todo lo hace bien"

Parece que Dios me dijera: hacer bien las cosas no significa ser perfeccionista, detallista o
hacer muchas cosas, hacer bien algo es hacer lo pertinente, lo necesario, lo que corresponde. Un sordo recupera su oído, un mudo recupera su habla, está bien. Cuando a ustedes alguien les pida algo o intuyan qué necesita su prójimo, den eso que pide o eso que necesita, no otra cosa y así harán bien lo que se propongan. Al dar a los necesitados Uds. mis discípulos queridos pueden expresarme el amor que llevan en sus corazones.

Cuando hago clases y les pregunto a los niños qué le pedirían a Jesús, muchos contestan:
dulces, chocolates, juguetes...y no es que eso sea malo, pero no es lo que necesitan. Para
que Dios obre el bien en mí, creo que tengo que saber pedir, ver cuál es mi real necesidad para ver si se me concede. Como me acaba de pasar, quería tener la posibilidad de ir a veranear unos días con mi familia, lo que parecía muy difícil, sin embargo, una hermana me presta la casa de la playa donde cabemos todos. Dios hizo bien conmigo.

Señor gracias por darme el regalo de salir unos días con mi familia, por poder descansar,
pensar y reponer fuerzas para el año. Eres tan sorprendente, tan generoso que sabes dar
lo que corresponde, aunque no siempre lo entienda. Ayúdame a valorar todos tus regalos, ayúdame a poder pedir lo que en verdad necesito y pedirlo con fe y confianza. Haz que estos días pueda ver tu grandeza en la naturaleza, en el mar, en el paisaje tan bonito y en la familia que me rodea.

AMÉN