¡Habemus Papam!

    Dios bendiga, fortalezca y conduzca la gestión pastoral de nuestro nuevo Papa: S. S. Francisco, Jorge Mario Cardenal Bergoglio, perteneciente hasta ahora a la hermana Iglesia de Argentina como Arzobispo de Buenos Aires, e hijo de Ignacio de Loyola como sacerdote Jesuita. La Cuaresma de la Iglesia se ilumina y se llena de esperanza en Jesús resucitado con esta esperanzadora noticia del primer Papa Latinoamericano.

| Juan Luis Vacher Juan Luis Vacher

 

A partir del martes doce de marzo, hemos sido testigos por primera vez, a través de la televisión, del juramento uno por uno de los ciento quince Cardenales habilitados parta elegir al futuro Papa. Lo hicieron después de haber celebrado la Santa Misa "Pro Papa eligendo", en la Capilla del Papa Paulo (¿IV o V?), y luego de ir en procesión, cantando la Letanía de los Santos para invocar la asistencia del Espíritu Santo, antes de encerrarse en Cónclave en la Capilla Sixtina, para elegir al nuevo Papa.

 

El juramento sobre los Santos Evangelios se verificó ante la imponente y significativa pintura del Juicio Final del gran Miguel Ángel. Antes del tiempo que muchos imaginaban de dos o tres días, la "fumata bianca" y las campanas al vuelo de la Basílica de San Pedro, anunciaron al mundo que los tiempos de Dios no son los tiempos de los hombres y que el Espíritu Santo realizó su labor silenciosa pero efectiva como la tenue brisa del Profeta Elías en la montaña, manifestando que Dios es el que guía los tiempos y sus signos y gracias a Dios, los Cardenales se abrieron a su acción inspiradora y conductora y finalmente ¡¡¡PAPA HABEMUS!!!

Dios bendiga, fortalezca y conduzca la gestión pastoral de nuestro nuevo Papa: S. S. Francisco, Jorge Mario Cardenal Bergoglio, perteneciente hasta ahora a la hermana Iglesia de Argentina como Arzobispo de Buenos Aires, e hijo de Ignacio de Loyola como sacerdote Jesuita.

Encomendamos el Pontificado de Francisco a Jesús como su Vicario en la tierra, al Padre Dios en su filialidad y fidelidad, al Espíritu Santo que inspiró su elección, a la Santísima Virgen María como Madre y Protectora de su Sacerdocio, a San Ignacio de Loyola, Padre de su Familia Espiritual, a San Francisco de Asís cuyo nombre adoptó, a la oración de intercesión de Monseñor Carlo María Martini (Arzobispo de Milán) desde el cielo y a la protección papal de Albino Luciani, Papa Juan Pablo Primero, para que su Ministerio Pontificio llegue en plenitud a buen puerto para bien de la Iglesia y servicio del mundo.

La Cuaresma de la Iglesia se ilumina y se llena de esperanza en Jesús resucitado con esta esperanzadora noticia del primer Papa Latinoamericano. Estemos alegres, os lo repito, estemos alegres en el Señor que "conoce nuestra masa y sabe que somos barro" y "no abandona la obra de sus manos", pues "su misericordia es eterna".

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