LA EDUCACIÓN DEL EDUCADOR - El Carisma de Schoenstatt - Sesión 21

Para el P. Kentenich la transmisión de le fe se realiza, en plenitud, en el vínculo de amor entre el educador y el educando, pero si la persona que tiene esta misión de educar no se ha desarrollado ni preparado para tal tarea, será difícil que lo logre. De ahí la suma importancia de que el educador se vaya plasmando como autoridad a imagen de Dios, que se entrega completamente por la fecundidad de sus hijos, y así ser un modelo e imagen para las personas que se le confíen.

Jueves 17 de enero de 2019 | P. Rafael Fernández
Comentarios
Total comentarios: 1
20/01/2019 - 00:53:47  
Un educador no puede ser voluble, sino confiable, con personalidad definida. El tema de la autoformación y disciplina, sobre todo en lo que se refiere a la expresión sensible del amor, que son las caricias, es algo que abarca no sólo el tacto,como nos advierte el P. Kentenich; sino también aquello que vemos, leemos y escuchamos. Como él decía, la autoeducación abarca también la vida instintiva, el subconsciente. En mi caso, lo veo particularmente en la evolución que ha tenido la letra y música de los cantos que escuchamos y cantamos, no sólo por los medios de comunicación, sino también en las asambleas litúrgicas. El contenido del texto y música de algunos cantos expresa esa adolescencia espiritual de la que habla el P. Rafael. Los cantos que expresan un amor maduro son, a la larga, los que más perduran en el tiempo, porque crean una atmósfera más favorable a la vinculación personal y comunitaria con el buen Dios y entre nosotros.

Maria Isabel Herreros Herrera
Viña del Mar, Chile
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