La visita del papa a la familia en la favela,
La visita del papa a la familia en la favela. Cuando el Santo padre Francisco fue a la villa miseria o población en Río de Janeiro promoción discurso que reviste mucha importancia.Sabemos de su preocupación por la justicia social y porque la iglesia se preocupe de los más pobres.
| Schvivo SchvivoCuando el Santo padre Francisco fue a la villa miseria o población en Río de Janeiro promoción discurso que reviste mucha importancia.
Sabemos de su preocupación por la justicia social y porque la iglesia se preocupe de los más pobres.
Aquí lo reitera pero se dirige especialmente a aquellos que pueden y deben cambiar esa situación de injusticia-
Es interesante constatar que aquellos países con gobiernos que dicen preocuparse especialmente De los más pobres, De hecho han empobrecido aún más al pueblo.
¿Que pensamos nosotros los schoestatianos?
El padre Kentenich habló constantemente de la necesidad de instaurar un nuevo orden cristiano de la sociedad
Esta tarea recae especialmente los laicos, Los empresarios, los políticos, los legisladores, Los gobernantes, etc.
Sabemos que el fundamento del cambio social es la familia, y por eso dedicamos gran parte de nuestras fuerzas a ello y tendremos que seguir haciéndolo.
Poco a poco han ido surgiendo muchos laicos schoenstatianos comprometidos Con el servicio público. Actualmente se está preparando un nuevo congreso de empresarios en Costa Rica.
Las palabras del Santo padre Francisco tienen que animarnos más aún a seguir por ese camino.
Río de Janeiro, 26 de julio de 2013 (Zenit.org) Redacción | 147 hitos
"Agua en los ojos" del papa en su visita a la capilla de la favela. Es uno de los detalles
que el padre Federico Lombardi reveló ayer en el briefing para los periodistas en el
Centro Internacional de prensa de Copacabana. La jornada del día de ayer comenzó
con una misa bastante importante del papa con todos los seminaristas de Río y con los
formadores. En total eran 300 personas. El papa en una bella homilía sobre las lecturas
del día habló del tesoro en vasos de barro, aplicado a la vida de los seminaristas y los
sacerdotes. Aconsejó a los seminaristas, que están hechos de barro; confesarse bien y
hacer oración y adoración.
Sobre otro de los momentos importantes de la jornada de ayer, la visita a Varginha,
destacó dos cosas: "durante la visita a la capilla había agua en los ojos del
papa". "Después, fue a la pequeña casa de la familia, 4 metros por 5. Había más de 20
personas que vivían allí. Eran de todas las edades. Pusieron en los brazos del papa todos
los niños pequeños que había. Han rezado un Padrenuestro y un Ave María juntos. Fue
un momento de gran espiritualidad", explicó Lombardi. Destacó también otro momento
significativo, cuando el papa se detuvo delante de una iglesia evangélica y rezó con los
fieles que estaban en la puerta, señalando "que fue un momento de ecumenismo muy
espontáneo".
Por la tarde, en el encuentro con los jóvenes en Copacabana, el portavoz del Vaticano
confirmó que había cerca de un millón de personas.
También comentó que el papa había sido informado que la organización había decidido
cambiar de lugar la Vigilia y la Misa de Envío del domingo y celebrarlo en Copacabana en
vez de en el Campus Fidei, como estaba previsto. El papa ha dicho que si la organización
había visto que no era prudente, él estaba de acuerdo.
Hoy el papa se encontrará con encarcelados, es un encuentro muy pequeño que no se
verá por televisión, solo habrán cinco personas. "Ha querido él mismo este encuentro con
algunos jóvenes reclusos", explicó Lombardi. También esta mañana, el papa confesará
a varios jóvenes, tal y como hizo Benedicto XVI en la JMJ de Madrid. Lombardi recordó
que Francisco, desde que es papa ya ha confesado una vez, el día que visitó la parroquia
de los santos Isabel y Zacarías. Hoy el papa comerá con doce jóvenes, dos por cada
continente y dos de Brasil.
El padre Márcio, párroco de la favela, recordó las palabras del papa cuando le dio el
cáliz que regaló a la parroquia: "cuando celebre la eucaristía, coloque los dolores de este
pueblo, mis dolores y los dolores de Cristo". "Esas palabras fueron más fuertes que el
objeto en sí", señaló el párroco.