Liturgia Bendición Argollas
El rito que aquí se propone pueden utilizarlo los padres, el sacerdote, el diácono, o un laico. Éstos respetando los principales elementos y la estructura del rito, adaptarán cada una de sus partes a las circunstancias. Esta celebración puede emplearse también cuando, comenzando ya el noviazgo, los prometidos se reúnen para la catequesis que precede a al celebración del Matrimonio. Pero nunca se han de unir los esponsales o la peculiar bendición de los novios a la celebración de la Misa. Reunidos la familia en torno a una mesa donde están los anillos, una imagen religiosa, la Sagrada Escritura y un cirio encendido, el que preside se dirige a los prometidos que están rodeados de sus padres respectivos.
P. Luis MorelBENDICIÓN DE LOS PROMETIDOS - BENDICIÓN Y POSTURA DE ARGOLLAS
468. Entre los deberes de los esposos cristianos y sus diversas formas de apostolado, además de la educación de los hijos, tiene no poca importancia el ayudar a los prometidos a que se preparen mejor para el matrimonio.
Así pues, los honestos esponsales de los cristianos constituyen para las dos familias un acontecimiento singular, que conviene celebrar con algún rito especial y con la oración en común, para invocar la bendición divina y llevar a feliz término lo que felizmente comienza. Para mejor alcanzar este objetivo, la celebración deberá acomodarse a las circunstancias del momento.
469. Cuando los esponsales se celebran en la intimidad de las dos familias, uno de los padres puede presidir el rito de la bendición. Pero si se halla presente un sacerdote o un diácono, entonces a ellos corresponde más adecuadamente el cometido de presidir; con tal de que quede bien claro ante los presentes que no se trata de la celebración del Matrimonio.
470. Por tanto, el rito que aquí se propone pueden utilizarlo los padres, el sacerdote, el diácono, o un laico. Éstos respetando los principales elementos y la estructura del rito, adaptarán cada una de sus partes a las circunstancias.
471. Esta celebración puede emplearse también cuando, comenzando ya el noviazgo, los prometidos se reúnen para la catequesis que precede a al celebración del Matrimonio. Pero nunca se han de unir los esponsales o la peculiar bendición de los novios a la celebración de la Misa.
(P. = El que preside; R/. = Asamblea; M. = Monitor; L. = Lector; S. = Salmista)
I. Ritos iniciales
472 Reunidos la familia en torno a una mesa donde están los anillos, una imagen religiosa, la Sagrada Escritura y un cirio encendido, el que preside se dirige a los prometidos que están rodeados de sus padres respectivos.
1- Canto de entrada
P. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre, la comunión del Espíritu Santo, esté con todos ustedes.
R/. Y con tu espíritu
P. Nos alegramos de poder reunirnos para pedir la bendición de Dios sobre estos novios que hoy anuncian su próxima unión en Cristo Jesús.
2. Acto penitencial
P. Para que el Señor esté realmente presente en esta celebración imploremos su misericordia sobre todos nosotros
P. Apiádate Señor de nosotros por todo cuanto hicimos sin el debido amor. Señor, ten piedad
R/. Señor, ten piedad…
M. Señor Jesucristo, Cordero de Dios, porque quisimos seguir caminos propios y no ver culpablemente tus deseos, Cristo, ten piedad.
R/. Cristo, ten piedad.
M. Porque tú, Señor, nos has regalado por medio del Espíritu Santo el don del Amor y nosotros te hemos olvidado: Señor, ten piedad.
R/. Señor, ten piedad.
P. Dios Padre todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos ayuda a caminar con esperanza hacia la vida eterna.
R/. Amén
3. Oración Colecta
P. Te alabamos, Padre, porque por el misterio de la muerte y resurrección de tu Hijo, has despertado el amor en el corazón de N. y N. Haz que se acreciente y se purifique en ellos, durante este tiempo de noviazgo que hoy inician y a medida que caminen juntos por la vida. Concédeles ver en este signo de las argollas que vamos a bendecir en tu nombre, un continuo llamado tuyo a vivir en el amor y fidelidad. Por nuestro Señor Jesucristo que contigo vive y reina, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
II. Liturgia de la Palabra:
Primera lectura: Co 13, 1-13
L1. Lectura de la primera carta de san Pablo a los Corintios.
Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy. Aunque repartiera todos mis bienes y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha. La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. La caridad no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia. (...) Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, éstas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad.
Palabra de Dios.
R/. Te alabamos, Señor
Salmo responsorial (¿ número?)
S. Alabemos al Señor repitiendo después de cada estrofas: Bendito seas por siempre, Señor.
R/. Bendito seas por siempre, Señor.
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres,
y bendito es tu nombre santo y glorioso,
por todos los siglos de los siglos. R/.
Que te bendigan los cielos y la tierra,
el mar, las fuentes y los ríos
y todas las creaturas que hay en ellos. R/.
Tú hiciste a Adán del barro y de la tierra
y le diste como auxilio a Eva, como apoyo, a su mujer:
de estos dos tuvo origen el linaje de los hombres. R/.
Tú dijiste: no es bueno que el hombre esté solo,
hagámosle una ayuda semejante a él. R/.
Bendito eres tú, Señor, Dios nuestro Padre,
con toda bendición pura y santa.
Que te bendigan tus santos y todas tus creaturas
y todos tus ángeles y tus elegidos.
Que te bendigan por todos los siglos. R/.
Bendito eres, Señor,
porque has regalado tu amor a estos hijos tuyos.
Muéstrales, Señor, tu misericordia,
y haz que te bendigan y con gratitud proclamen tus maravillas. R/.
Evangelio Jn 15, 9-12:
P. Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
R/. Gloria a ti, Señor
Dijo Jesús a sus discípulos: "Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a su plenitud. Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado".
Palabra de Dios.
R/. Gloria a ti, Señor Jesús
Otra alternativa:
M. Las palabras que pronunciaron Tobías, su novia Sara y los padres de ésta: Ragüel y Edna, son el modelo clásico que la Sagrada Escritura nos da de un amor humano consagrado a Dios. Esta lectura la van a proclamar nuestros hermanos N. y N. junto a sus padres. Escuchemos con atención.
Novio Lectura del libro de Tobías. (Tob. 8,2-21)
En aquellos días recordando Tobías los consejos de Rafael dijo a Sara:
-Levántate, hermana, y oremos para que nuestro Señor tenga misericordia de nosotros y nos proteja.
Novia Y Sara se levantó y comenzaron a orar y suplicar pidiendo a Dios que los protegiera,
Y rezaron así:
Novios Bendito eres tú, Dios de nuestros padres, y bendito sea tu nombre por los siglos de los siglos,
Que te bendigan el cielo y tu creación entera por los siglos todos.
Tú creaste a Adán y para él creaste a Eva, su mujer, como ayuda y apoyo; y de los dos tuvo origen la raza humana.
Tú mismo dijiste:
“No es bueno que el hombre esté solo;
démosle una compañera semejante a él”.
Novio - Si yo elijo como esposa a esta hermana mía, no lo hago con mala intención, sino que procedo lealmente.
Dígnate apiadarte de ella y de mí,
y háznos llegar juntos a la vejez.
Y ambos dijeron a coro:
Novios - Amén, amén.
Papá - Y entonces , Ragüel , padre de Sara,
bendijo a Dios del cielo diciendo
Bendito eres tú, Dios nuestro Padre,
con toda clase de bendiciones.
Bendito eres por el gozo que me has dado:
pues nos has tratado según tu gran misericordia.
Bendito eres por ser compasivo con estos dos hijos tuyos.
Sé misericordioso con ellos, Señor.
Dales tu gracia y protección,
y haz que su vida transcurra
disfrutando de tu misericordia.
Mamá Después llamó a Tobías, y le dijo:
-”Animo, hijo, yo soy tu padre y Edna tu madre,
junto a ti estaremos y junto a tu hermana.
desde ahora en adelante.
Ten confianza, hijo”.
Palabra de Dios.
R/. Te alabamos, Señor
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479 El que preside exhorta brevemente a los presentes, explicándoles la lectura bíblica, para que perciban por la fe el significado de la celebración y puedan
distinguirla claramente de la celebración del Matrimonio.
Homilia
481. Antes de la oración de bendición, de acuerdo con las costumbres de cada lugar, los que contraen esponsales pueden expresar su compromiso con algún signo, por ejemplo, firmando un documento, o con la entrega de los anillos o de algún otro presente.
482. Se pueden bendecir los anillos o los otros presentes de desposorios con la fórmula siguiente:
P. El Señor haga que de tal manera guarden estos dones
que se van a intercambiar
que a su tiempo lleven a término
lo que se han prometido con esta donación recíproca.
R/. Amén.
O bien:
P. Bendito seas, Señor, Dios Padre del universo
por el amor que has infundido
en el corazón de estos prometidos.
Que estos anillos,
recuerden siempre a estos hijos tuyos,
que ellos se aman porque tú los amaste primero
y que su amor se mantendrá lozano
en la medida que mantengan su comunión de amor
con Jesucristo, tu Hijo y con el Espíritu Santo.
A ti sea el honor y la gloria. Por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
El ministro signa y asperje los anillos.
Las mamás les hacen entrega de los anillos a sus respectivos hijos e hijas.
Ellas o los papás les pueden decir algunas palabras.
ORACIÓN DE BENDICIÓN DE LOS PROMETIDOS
483. El que preside con las manos juntas, dice la oración ; si es sacerdote o diácono, con las manos extendidas:
P. Te alabamos, Dios Padre santo,
porque, en tu designio de bondad
mueves y preparas a estos hijos tuyos N. y N.
Para que se amen mutuamente;
dígnate fortalecer sus corazones,
para que, guardándose fidelidad
y agradándote en todo,
lleguen felizmente
al sacramento del Matrimonio.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
484. O bien, cuando preside un sacerdote o un diácono.
P. Dios Padre santo, fuente de todo amor,
tu designio providente
hizo que estos prometidos se encontraran;
te pedimos que a quienes imploran tu gracia
en este tiempo de preparación al Matrimonio
les otorgues la ayuda de tu bendición,
para que progresen en el mutuo afecto
y se amen con amor sincero.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
Bendición del agua
P. Bendito seas, Señor, Dios todopoderoso, que te has dignado bendecirnos
y transformarnos interiormente en Cristo, Agua Viva de nuestra salvación;
haz, te pedimos, que los que nos protegemos con la aspersión o el uso de esta agua, sintamos, por la fuerza del Espíritu Santo, renovada la juventud de nuestra alma y andemos siempre en una vida nueva. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
P. Que esta agua nos recuerde nuestro bautismo en Cristo,
que nos redimió con su muerte y resurrección.
R/. Amén.
P. Oremos: Padre Santo, fuente de todo amor,
te pedimos que a quienes imploran tu gracia
en este tiempo de preparación al matrimonio,
les otorgues la ayuda de tu bendición.
Dígnate fortalecer sus corazones,
para que, guardándose fidelidad y agradándote en todo,
lleguen a contraer felizmente el sacramento del matrimonio.
Que progresen en el amor mutuo,
y durante este tiempo de noviazgo
crezca en ellos el amor a ti y a tu Santísima Madre
y se hagan merecedores de tu gracia y bendición.
Concédeles ver, en este signo de las argollas,
que bendecimos en tu nombre
un continuo llamado tuyo a vivir en el amor y en la fidelidad.
Que las bendiga el Padre, el hijo y el Espíritu Santo. Amén
- Los padres del novio ponen la argolla en la mano de la novia.
- Luego los padres de la novia ponen la argolla en la mano del novio.
PRECES
480 Sigue la plegaria común. Entre las intercesiones que aquí se proponen, el ministro puede seleccionar las que le parezcan más adecuadas o añadir otras más directamente relacionadas con las circunstancias concretas del momento.
Preces:
P. Invoquemos ahora a Dios nuestro Padre, que tanto nos ama, y que en Cristo nos ha hecho hijos suyos y de la Virgen María. Después de cada intención les invito a orar, diciendo: Escucha, Padre, nuestra oración
R/. Escucha, Padre, nuestra oración.
1. Por estos novios que se preparan para formar un hogar para que éste llegue a ser testimonio de la fe cristiana y brille por las buenas obras. Junto a María, oremos:
R/. Escucha, Padre, nuestra oración.
2. Para que en este tiempo de noviazgo crezca en ellos el amor de Cristo, el respeto mutuo, el espíritu de servicio y el desprendimiento del propio yo. Junto a María, oremos:
3. Para que María, santísima prepare el corazón de N y N para que puedan, más tarde, ejercer una paternidad y una maternidad según el corazón de Jesús. Junto a María, oremos:
4. Por los padres y familiares de N. y N. Para que su unidad, amor y testimonio cristiano sea apoyo y estímulo en el establecimiento de su proyecto de vida familiar. Junto a María, oremos:
5. Por las familias que sufren: para que Dios, Padre de misericordia sea su consuelo y ayuda. Junto a María, oremos:
6. Por todos los que se preparan y preparan al matrimonio: para que puedan contribuir eficazmente a la nueva evangelización y asegurar el futuro de la sociedad. Junto a María, oremos:
(Se puede agregar otras intenciones)
Se concluye Rezando el Padre nuestro
6. Consagración a María:
P. Al concluir nuestra celebración, encomendemos el amor de N. y N. a la Santísima Virgen para que ella, la Madre del amor hermoso, los acompañe especialmente durante todo este tiempo de preparación a su próximo matrimonio. Recemos por ello…
Oh Señor mía, oh Madre mía,
yo me ofrezco todo a ti.
Y en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día:
mis ojos, mis oídos,
mi lengua, mi corazón.
En una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, oh Madre de bondad,
guárdame, defiéndeme y utilízame
como instrumento y posesión tuya. Amén.
7. Bendición final:
Se puede concluir invitando a darse entre todos la paz del Señor.
8. Saludo de la paz
9. Canto final: