Los brotes verdes de la política alemana

En estos últimos tiempos, el estruendo causado por los grandes acontecimientos mundiales (Japón, Egipto, Libia) ha tapado otras noticias de menor importancia. Una de las que ha reclamado mi atención es el resultado de las recientes elecciones regionales alemanas. Allí, la caída de los dos grandes partidos tradicionales,  la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel y el Partido Socialista (SPD) ha ido acompañada de un vertiginoso ascenso de los partidos 'verdes´. Es particularmente relevante el caso de Baden-Wurtenberg, el lander que controlaba el CDU desde 1953, hace casi 60 años, y que ahora, por primera vez en la historia alemana, presidirá un político verde. Se da la ironía de que Baden-Wurtenberg es uno de los lander más industriales y prósperos del país (sede de la principal industria automovilista) y, también, el más conservador...

| César Fernández-Quintanilla (España) César Fernández-Quintanilla (España)

En estos últimos tiempos, el estruendo causado por los grandes acontecimientos mundiales (Japón, Egipto, Libia) ha tapado otras noticias de menor importancia. Una de las que ha reclamado mi atención es el resultado de las recientes elecciones regionales alemanas. Allí, la caída de los dos grandes partidos tradicionales,  la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel y el Partido Socialista (SPD) ha ido acompañada de un vertiginoso ascenso de los partidos 'verdes´. Es particularmente relevante el caso de Baden-Wurtenberg, el lander que controlaba el CDU desde 1953, hace casi 60 años, y que ahora, por primera vez en la historia alemana, presidirá un político verde. Se da la ironía de que Baden-Wurtenberg es uno de los lander más industriales y prósperos del país (sede de la principal industria automovilista) y, también, el más conservador...

Aunque estos resultados se atribuyen principalmente a la ola de desconfianza con la energía nuclear como consecuencia de la reciente catástrofe japonesa, hay más elementos de interés en esta noticia. Es conocida la gran sensibilidad de la sociedad alemana por todo lo relacionado con la naturaleza y el medio ambiente, lo que ha posibilitado un desarrollo de los partidos verdes que, seguramente, no tiene parangón en ninguna otra parte del mundo. En este sentido, Alemania lidera una tendencia que, restando importancia a los aspectos económicos y sociales, gran foro de debate entre los partidos tradicionales, pone un mayor acento en los aspectos ambientales. De alguna forma, esta victoria se puede interpretar como un voto de castigo a estos partidos tradicionales que no son capaces de resolver las cuestiones que hoy en día preocupan a la sociedad.

Pero otra clave de este éxito es la evolución producida en el partido verde alemán. En estos últimos años, el Bündnis 90/Die Grünen ha pasado de ser el partido de los jóvenes ecologistas, heredero de alguna forma de los movimientos hippies de los años 60 y 70, a ser un partido relativamente conservador que, a fin de cuentas, persigue la conservación de la naturaleza y el medio ambiente y el establecimiento de límites al progreso industrial y tecnológico. Hoy en día su electorado, además de incluir a una importante proporción de la juventud  alemana, incluye a grupos sociales mucho más amplios, desde adolescentes hasta jubilados. El gran vencedor de las elecciones en Baden-Wurtenberg es Winfried Kretschmann, un veterano profesor de ética, química y biología, de 62 años y  padre de tres hijos. Católico practicante, Kretschmann es desde finales del año 2000 el primer político 'verde' que forma parte del Comité Central de los Católicos Alemanes, grupos asesor de la Conferencia Episcopal, y pertenece también al consejo diocesano del Arzobispado de Friburgo. Este 'verde' conservador ha conseguido también convencer a los electores con su frecuente intervención en debates de posicionamiento moral que van desde los riesgos de la investigación genética a la educación de religión islámica en los colegios o la cuestión de si las mujeres musulmanas pueden o no dar clase con un pañuelo en la cabeza.

Más allá del debate nuclear que ha podido propiciar esta victoria, parecería que un creciente sector de la sociedad alemana está desencantada de sus políticos, de su incapacidad de resolver sus problemas y de su enquistamiento en debates ideológicos que cada vez interesan menos. Y que busca ansiosamente los aires frescos que puede aportar gente como Kretschmann que, alejados de los posicionamientos ideológicos clásicos y de los intereses de los grupos de poder, abordan los temas que realmente le preocupan a la gente. Una enseñanza a tener en cuenta en nuestros países.

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