Misa de Bendición de Argollas

Guía litúrgica para la celebración (descargable)

Imagen foto_00000009Misa bendición de argollas 

1. Liturgia inicial:

-     Canto inicial:

-     Saludo del Celebrante:

-     Oración:  

 

2. Liturgia del Perdón:

- Celebrante: introduce las peticiones de perdón…

- Peticiones de perdón:

 

Lector 1:

Padre misericordioso, míranos, arrepentidos, de rodillas ante ti,

a los que alejamos del mundo la salvación. Señor, ten piedad…

 

Todos: Señor, ten piedad.

 

Lector 1:

Señor Jesucristo, perdónanos por las veces que quisimos seguir caminos propios y no ver culpablemente tus deseos. Cristo, ten piedad…

 

Todos: Cristo, ten piedad.

 

Lector 1: Espíritu Santo, Dador de la vida, perdona cuanto hicimos sin el verdadero amor y sumerge nuestro corazón culpable en el mar de tu Amor. Señor, ten piedad…

 

Todos: Señor, ten piedad.

 

Celebrante: Concluye estas peticiones…

3. Gloria:

4. Oración Colecta:

5. Liturgia de la Palabra

- Primera Lectura: Rom 8, 31-15 y 37-39

Lector:

Lectura tomada de la Carta de san Pablo a los romanos Hermanos, ¿Qué podemos decir? Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar en contra nuestra. Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas? ¿Quién podrá acusar a los que Dios ha escogido? Dios es quien los declara libres de culpa. ¿Quién podrá condenarlos? Cristo Jesús es quien murió. Todavía más: es quien resucitó y está a la derecha de Dios rogando por nosotros. ¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte? Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes ni las fuerzas espirituales, ni lo presente ni lo futuro, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro!   Palabra de Dios.

 

Todos: Demos gracias a Dios.

 

- Salmo Responsorial:

 

Lector: Repetimos todos la Antífona:

El Señor es mi Pastor, nada me habrá de faltar.

 

Todos: El Señor es mi pastor, nada me puede falta.

 

Lector:

El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.

Él me hace descansar en verdes praderas,

me conduce a las aguas tranquilas

y repara mis fuerzas.

 

Todos: El Señor es mi pastor, nada me puede falta.

 

Lector:

Me guía por el recto sendero, por amor de su nombre

aunque cruce por oscuras quebradas

no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo:

tu vara y tu bastón me infunden confianza.

 

Todos: El Señor es mi pastor, nada me puede falta.

 

Lector:

Tú preparas ante mí una mesa,

frente a mis enemigos;

unges con óleo mi cabeza

y mi copa rebosa.

 

Todos: El Señor es mi pastor, nada me puede falta.

 

Lector:

Tu bondad y tu gracia me acompañan

a lo largo de mi vida;

y habitaré en la casa del Señor,

por muy largo tiempo.

 

Todos: El Señor es mi pastor, nada me puede falta.

 

- Segunda Lectura: Jn 4,7-12

Lector:

La segunda lectura está tomada de la Primera Carta de san Juan: Queridos hermanos: Amémonos unos a otros,  ya que el amor es de Dios, y todo el que ama es hijo de Dios  y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios mandó al mundo a su Hijo único,  para que tengamos vida por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo, como sacrificio por nuestros pecados. Si tanto nos amó Dios, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a ser total. Palabra de Dios.

 

- Evangelio: Mc 10, 6-9.

 

Celebrante: Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

En aquel tiempo dijo Jesús: Al principio de la Creación, Dios los creó hombre y mujer. Por eso, dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos como uno solo. De modo que ya no son dos, sino como uno solo. Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. Palabra de Dios.

 

Todos: Gloria y honor a ti, Señor Jesús.

- Homilía:

 

6. Rito de bendición de las argollas

- Canto al Espíritu Santo

Celebrante:

Invoquemos la bendición de Dios sobre estos novios que hoy quieren iniciar su preparación próxima al matrimonio con esta bendición de argollas implorando al Espíritu Santo

- Bendición del agua:

Celebrante:

Bendito seas, Señor, Dios todopoderoso,

que te has dignado bendecirnos

y transformarnos interiormente en Cristo,

Agua Viva de nuestra salvación.

Haz, te pedimos, que los que nos protegemos

con la aspersión o el uso de esta agua,

sintamos, por la fuerza del Espíritu Santo,

renovada la juventud de nuestra alma y

andemos siempre en una vida nueva.

Que esta agua nos recuerde nuestro bautismo en Cristo,

que nos redimió con su muerte y resurrección.

Por Jesucristo nuestro Señor.

 

Todos: Amén.

 

- Bendición de las argollas:

Celebrante: Oremos:

Padre Santo, fuente de todo amor,

te pedimos que a quienes imploran tu gracia

en este tiempo de preparación al matrimonio,

les otorgues la ayuda de tu bendición.

Dígnate fortalecer sus corazones,

para que, guardándose fidelidad y agradándote en todo,

lleguen a contraer felizmente el sacramento del matrimonio.

Que progresen en el amor mutuo,

y durante este tiempo de noviazgo

crezca en ellos el amor a ti y a tu Santísima Madre

y se hagan merecedores de tu gracia y bendición.

Concédeles ver, en este signo de las argollas,

que bendecimos en tu nombre

un continuo llamado tuyo a vivir en el amor y en la fidelidad.

Que las bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén

 

Todos: Amén.

   - Los padres del novio ponen la argolla en la mano de la novia.

   - Luego los padres de la novia ponen la argolla en la mano del novio.

   - Oración de los novios:

7. Oración Universal:

Celebrante: Invoquemos ahora a Dios Padre, que tanto nos ama, por estos hijos suyos en Cristo. Respondamos confiadamente a cada una de las peticiones: Haz que te amemos siempre, Señor.

 

Todos: Haz que te amemos siempre, Señor.

 

Lector:

Oremos por estos novios que se preparan para formar un hogar; que este hogar sea testimonio de la fe cristiana y brille por las buenas obras. Roguemos al Señor.

 

Todos: Haz que te amemos siempre, Señor.

 

Lector:

Que en este tiempo de noviazgo crezca en ellos el amor de Cristo, el respeto mutuo, el espíritu de servicio y el desprendimiento del propio yo.  Roguemos al Señor.

 

Todos: Haz que te amemos siempre, Señor.

 

Lector:

Prepara, Señor, en ellos su corazón para que puedan, más tarde, ejercer una paternidad y un maternidad según tu corazón.  Roguemos al Señor.

 

Todos: Haz que te amemos siempre, Señor.

 

Lector:

Que estos hijos tuyos alcancen la plena comunión de amor por la que los miembros de la familia cristiana llegan a tener un mismo pensar y un mismo sentir.

 

Todos: Haz que te amemos siempre, Señor.

 

(Se puede agregar otras peticiones)

Celebrante:

Todo esto, Señor, te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

 

Todos: Amén.

 

-  Oración de los novios:

 

-  Oración Pequeña Consagración

Oh Señora mía, oh Madre mía,

yo me ofrezco todo a ti.

Y en prueba de mi filial afecto,

te consagro en este día:

mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón,

en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo tuyo, oh Madre de bondad,

guárdame, defiéndeme y utilízame,

como instrumento y posesión tuya. Amén.

 

8. Liturgia Eucarística

 

- Presentación de las ofrendas: Canto

- Santo: Canto

- Consagración:

- Padrenuestro:

- Saludo de la Paz:

- Comunión: Cantos

- Acción de gracias: Meditación en silencio

 

9. Liturgia final:

- Bendición final:

- Envío:

- Canto final: