Noticias del Padre Sidney Fones

Queridos hermanos y amigos,

Desde julio que no me daba el tiempo para recopilar algo de estos meses. Han sido meses muy intensos y algo "desvencijados" de salud. Pero tal vez la gran expectativa que hay en todas las noticias chilenas e internacionales por el inminente rescate de los mineros en Copiapó, me da un impulso también para compartir estos momentos con todos.  Estábamos aquí en Bogotá en una reunión con el Presidente Piñera cuando ocurrió el derrumbe y él regresó inmediatamente a Chile.

Hasta el momento ha habido una certeza y dedicación extraordinaria de parte del país y del gobierno para hacer todo lo posible por rescatarlos. Ahora se está viviendo el nerviosismo de las expectativas del rescate. De parte de ellos, lo traumático que podrá ser para cada uno por separado la salida por ese "tubo" de 700 metros y sus incontables minutos hasta la seguridad; de parte de ellos y de sus familiares, la forma cómo se dará el encuentro ya tan deseado que podrá ser hasta irrealista en sus  ilusiones.

Ha sido muy hermoso volver a constatar le fe "carmelitana" tan espontánea que se revela en nuestro norte cuando el dolor y la penuria apremian. Me recuerda cuando hace ya más de 40 años pasamos por Copiapó escoltando a la Virgen del Carmen de Maipú. De parte del país, la alegría que esto se logre bien, pero por otro lado tantas otras necesidades, por ej. las de los mapuches en huelga de hambre, las de los afectados por el terremoto y maremoto, y otras que no se logran enfrentar con el apremio y los recursos que se movilizaron para los mineros; tantos intereses encontrados que hacen todo lento y pesado.

A mitad de agosto me sometí a una pequeña intervención en el pie (cerca del tobillo) para ayudarle a cicatrizar una herida que tenía allí ya hace algún tiempo. La intervención fue muy rápida pero la recuperación fue más lenta de lo que yo esperaba y me echó abajo dos programas que me habían interesado mucho. Uno de estos, el retiro anual que haríamos todos los ejecutivos del CELAM en el "Desierto de la Candelaria" un lugar marcado por la presencia de los frailes agustinos desde la colonia. El primer convento agustino conventual en Latinoamérica. La inmovilidad en mi cuarto no me impidió recibir y realizar tareas del CELAM ni tampoco muchas visitas como la de una niñita encantadora de cuatro años que me trajo su conejito para que me acompañara en la recuperación. A los 20 días podía andar ya con apoyo de una muleta y al mes ya pude iniciar un largo viaje que terminó recién hace pocos días.

Hace pocos días regresé de un prolongado viaje a Europa. Como todos los viajes de trabajo también esto dan ocasión a otros contactos más personales. La motivación central del viaje eran dos reuniones de muy diferente carácter  que teníamos en Roma. Camino y regreso a Roma desde Bogotá pude pasar por Madrid y estar con los Padres allí donde ocurre bastante bulla pastoral. El "18 de setiembre" fue bien madrileño. La casa de los Padres ya no tiene  cuartos para recibir un peregrino extra pero la Providencia se las arregla para que cuando aparezco por allí alguno esta en tareas fuera de Madrid y puedo ocupar sus acomodaciones. Muchas gracias por esta hospitalidad sorpresiva.

La primera semana en Roma estuvo dedicada a visitar muy diversos "dicasterios" (ministerios) vaticanos donde se relatan las actividades afines del CELAM y se dialoga sobre aspectos que este desea compartir como orientaciones. Desgraciadamente el Papa no nos pudo recibir en Castelgandolfo (residencia de verano) porque regresaba de su viaje y tenía una acumulación tan grande de audiencias privadas que nos imposibilitó estar con él. Una pequeña anécdota: una noche cruzando la Plaza de San Pedro para ir a cenar una pizza a alguna parte en el Borgo Pio, nos cruzamos con un Monseñor holandés que lleva su vida trabajando en la curia romana. Cuando me presenté como chileno, me preguntó si había estudiado en el colegio Saint George. Ante mi sorpresa le pregunté a qué la pregunta. Corto, de apellido Kastel, su padre fue embajador en Chile y su hermano estudio dos años conmigo en el colegio.

Esta misma semana el Santo Padre regresó de su histórico viaje al Reino Unido (UK) "alias" Inglaterra-Gáles-Escocia-Irlanda, tan denostado por los medios en su preparación y con ánimo periodístico más amable en su desarrollo. Un pasquín inglés que había hablado  muy mal de él, al final dijo: "but nevertheless he is a good boy".  Este viaje recibió por primera vez en la historia del UK al Papa como "visita de Estado". Esto permitió algunos aportes excepcionales de parte de Benedicto XVI. Además de sus contactos con la Iglesia Anglicana, sus palabras sobre el Cardenal John Henry Newman, tal vez el más impresionante de ellos fueron sus palabras en Westminster Hall (17.09.10), lugar donde condenaron a Tomás Moro a morir decapitado en tiempo de Enrique VIII por discrepar con el Rey. Benedicto XVI pudo evocarlo y trazar algunas líneas sobre el aporte católico a las democracias.

Cinco días después debía participar en otro encuentro en Roma de carácter muy diferente. Invitado por MISEREOR, institución eclesial alemana de ayuda social,  a un simposio sobre "Cambio climático y justicia" en lo que afecta a Asia, África y Latinoamérica. En este simposio participaron 4 expertos del más alto nivel y otros expertos de las regiones invitadas. Lo alarmante para muchos es la estrecha relación entre las emisiones de CO2 (producidas en gran parte por los países industrializados) y la elevación de la temperatura media en toda la tierra. Esto afecta tres áreas de gran impacto en la pobreza y su incapacidad de recuperarse y el peligro de hundirse aún más en el subdesarrollo: abastecimiento de agua, seguridad en la producción agraria y efectos en las regiones costeras. Desertificación, inundaciones, crecimiento del nivel marítimo, tornados, etc...

Estas dos estadías romanas me dieron la posibilidad de compartir fraternamente con nuestros Padres de Argentina que atienden allí una parroquia y, entre medio, tuve la posibilidad de viajar hasta Alemania y poder estar en Schoenstatt y desde allí hacer otros contactos al servicio del CELAM. Interesante fue la visita en Essen, a ADVENIAT, una agencia de ayuda a la Iglesia católica en Latinoamérica que el 2011 cumplirá 50 años de este servicio. Es importante saber que este servicio lo inicia la Iglesia católica alemana en gratitud a las muchas ayudas y apoyos que recibieron en el período de la post guerra. Esperan celebrar este importante aniversario en Latinoamérica.

En Schoenstatt pude quedarme en nuestra casa y darme tiempo de oración en esos tres lugares que marcan la vida de uno: el Santuario original, la tumba del P. Kentenich y el Santuario de la propia comunidad, Sión. Allí se puede recordar con calma también a todas las personas que en la vida pastoral uno lleva atados con lazos de Alianza. Estando allí me enteré y pude compartir la importante enfermedad que afecta a mi hermano sacerdotal, el P. Horacio Rivas. La composición de la comunidad  de nuestra casa paterna es muy fraterna y variada de naciones: indios, nigerianos, burundeses, portugueses, chilenos, alemanes, etc... que refleja mucho mejor la amplitud en la que va extendiéndose.

La última escapada ya en el regreso a Bogotá, la hice desde España hacia Inglaterra para visitar a una querida y antigua amiga del grupo que estuvimos estudiando en Friburgo (Suiza). Recién sometida a una seria operación, no estaba en Londres sino fue para su convalecencia a casa de su hija en la hermosa y tradicional ciudad de Cambridge.

Para terminar, otra anécdota: al llegar al aeropuerto de Heathrow (Londres) y enseguida tomar tren - metro - metro y alcanzar el tren hacia Cambridge todo resultó con mucha fluidez y sin esperas. Pero cuando ya llegaba allí me di cuenta que ni había avisado el tren de mi llegada para que me esperarán ni llevaba libras esterlinas para llamar. En la estación no encontré donde cambiar dinero pero escuche en un almacén de víveres de la estación unas voces en español de tres jóvenes que parecían estudiantes. Decidí acercarme a  ellos a pedirles una moneda para el teléfono. Sorpresa. Eran tres chilenos que estudian en Londres y habían ido por el día a conocer Manchester y, no sólo eso, una joven esposa de uno de ellos, había sido profesora del el Colegio Monte Tabor en Santiago que me había tocado iniciar... mundo chico!

En este día de Nuestra Sra. del Pilar el mundo no es sólo chico por el descubrimiento de nuestras tierras, sino sobre todo, por la fe que los devotos de la "Pilarica" instalaron en ellas y nos unieron en el mismo Señor y su misma Buena Nueva.

A cada uno un especial recuerdo y que tengamos una buena vigilia esta noche en la espera de los mineros y del futuro de nuestros pueblos,

P. Sidney Fones

(El Padre Fones es secretario adjunto del CELAM, cargo que desempeña desde hace ya dos periodos)