Novena de Preparación al 31 de Mayo día 3
DIA TERCERO: 24 DE MAYO 2013
| Juan Enrique Coeymans A. Juan Enrique Coeymans A.
DIA TERCERO - 24 DE MAYO DE 2013
Oración Inicial
Padre Dios, (espiritualmente) desde nuestro Santuario, te pedimos que envíes tu Espíritu a nuestra alma. Ese es el regalo que no puedes negarnos jamás.
Y en el Espíritu Santo, te bendecimos y alabamos, porque tu Hijo Jesús nos ha hecho hijos tuyos y, con él, coherederos del reino.
Como a él, nos diste a María por Madre, para que nos educara a fin de ser, algún día, rostro e imagen de Cristo para las demás personas.
Prepara nuestro corazón durante estos días previos a la celebración del Tercer Hito de la historia de Schoenstatt, para renovar en lo profundo nuestra alianza de Amor con María, con nuestro padre fundador y con todos nuestros hermanos de Schoenstatt.
La Alianza nos impulse, en la fuerza de la misión del 31 de Mayo, a luchar en la vida diaria con constancia, sencillez y filialidad, por una santidad cotidiana y silenciosa, y renueve en nuestro corazón el deseo de acompañar a nuestro fundador en la tarea de construir un mundo donde se ame, se piense y se viva orgánicamente.
Te lo pedimos con María, nuestra Madre, Reina y Educadora, en nombre de Jesús que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Texto tomado de la Plática del 31 de Mayo
Séame permitido expresar lo que mueve nuestras almas en estos momentos y revestir de palabras lo que sienten nuestros corazones. Venimos para dar y recibir. Queremos intercambiar con la Santísima Virgen todo nuestro desvalimiento, nuestra buena voluntad y nuestra fidelidad. Le damos nuestra buena voluntad y ella nos da su buena voluntad. Le damos nuestra fidelidad y ella nos da su fidelidad.
Meditación
Ese momento solemne de entrega de la Carta y proclamación de la Misión del 31 de Mayo, es un momento de Alianza, de renovación de ella: venimos para dar y recibir.
Toda la vida de Schoenstatt ha sido un continuo renovar la Alianza. Sólo en la Alianza se entiende la historia de nuestro padre y nuestra historia.
El intercambio en esa Alianza es triple: el desvalimiento mutuo, la buena voluntad mutua y la fidelidad mutua.
Jesús nos dice en ese texto de nuestro padre:
Quien no entiende que en la Alianza, en primer lugar, es necesario tomar conciencia de la propia pequeñez, no entenderá el mundo de la Alianza, porque si no os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
Es desde la profunda conciencia de la propia debilidad y desvalimiento, que ustedes pueden decir, sin falsos orgullos, que ponen su buena voluntad, y esa buena voluntad se prueba con la fidelidad, que es un don de mi Padre, pero que él lo regala a quien se lo pida.
La Misión del 31 de Mayo es misión para quienes se saben pequeños y reconocen su pequeñez, para quienes no se avergüenzan de ella y saben que el amor mío y de mi Madre son tan grandes que, en la fuerza de ese amor, podrán tener buena voluntad y ser fieles
Oración final
Señor Jesús, con María, nuestra Mater querida, te damos gracias por recordarnos que nuestra pequeñez y desvalimiento son caminos para asumir la misión. Gracias por confiar en nosotros; porque esa confianza despierta lo más noble de nuestra alma: querer ser como tú: un hijo pequeño del Padre en todas las circunstancias de la vida.
Al igual que tu discípulo tan querido, el siervo de Dios Mario Hiriart, queremos ser un cáliz vivo que te lleve a los hombres.
Somos quebradizos cálices de greda, pero tú, Señor, por la acción educadora de tu Madre, nos convertirás en un cáliz firme, que te comparta, que no se quiebre y te derrame y pierda.
Regálanos la gracia de vivir profundamente la Alianza para que no sea una realidad solamente devocional, sino se proyecte en la vida diaria en tareas que transformen el mundo en un mundo orgánico.
Amén