Schoenstatt Ecuador Celebra Apertura del Año Jubilar por los 50 años de su Sant. Nacional

El 20 de enero de 1972 en la ciudad de Guayaquil, Ecuador la Familia de Schoenstatt recibió el gran regalo de la bendición de su primer Santuario cuyo ideal es Familia del Padre, Hogar para el Mundo.

Miércoles 27 de enero de 2021 | Erika Cedeño

Han transcurrido 49 años llenos de historia, fidelidad, alegrías, también dolores y cruces que han regalado fecundidad a la Familia, ¡y la celebración ha sido en grande!

Con una invitación del P. Felipe Ríos, Director Nacional del Movimiento de Schoenstatt en Ecuador, la Hna. Montserrat Darquea, Asesora del Movimiento y el equipo de la Comisión Central del Jubileo, el pasado 20 de enero se celebró una Misa solemne a la que asistieron cerca de 500 personas de manera presencial y varios cientos a través de medios virtuales para iniciar la apertura al Año Jubilar por los 50 años de bendición del Santuario Nacional.

Con la presencia de algunos de los fundadores del Movimiento de Schoenstatt en Ecuador y representantes de todas las Comunidades se vivió una verdadera fiesta que ha encendido los corazones que darán vida al lema de este año jubilar: ¡Santuario eres misión!

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Al inicio de la Santa Misa, y como parte de la procesión, ingresó la Cruz de la Unidad y junto con ella las banderas del Ecuador, Guayaquil y de Schoenstatt Internacional portadas por familias del Movimiento; también representantes de las Comunidades ingresaron portando sus banderas y símbolos.
Inició el pregón jubilar con la potente declamación de una representante de la Juventud Femenina: "¡Alabanzas a nuestra Reina Tres Veces Admirable! ¡Repiquen las campanas de nuestro corazón! ¡Gratitud a la bendición de haber nacido a Schoenstatt y a ser hijos del Padre, en el Santuario de Ecuador" El repique encendió la celebración!
Acto seguido, Florentino Briz y su esposa María Antonieta, junto con el Padre José Luis Nieto, como representantes de la generación fundadora, procedieron luego a la apertura de la puerta del Santuario como gesto que da inicio al Año Jubilar; un año que sin duda estará lleno de gracias especiales.

Úrsula de Bastidas, también de la generación fundadora, estuvo presente en la Santa Misa. Su alegría y emoción eran desbordantes. Presenciar la apertura de un año jubilar en un lugar que se conquistó con muchas contribuciones al capital de gracias y del cual recuerda con todos los detalles el día de su bendición en 1972. La capillita no tenía techo y en ese entonces Monseñor Bernardino Echeverría, Arzobispo de Guayaquil, lo bendijo y en su homilía resaltó el Santuario sin techo "abierto al cielo, como pararrayos para nuestra ciudad".

"En el Santuario estamos congregados: allí nuestros corazones arden en amor por la Madre tres veces Admirable, que por nosotros quiere construir tu Reino." (HP 3). Con estas palabras del Padre José Kentenich, Fundador de Schoenstatt, el P. Eduardo Auza, Coordinador Diocesano y Superior de los Padres de Schoenstatt en Ecuador, inició una homilía llena de recuerdos históricos, pero también de anhelos por conquistar.
Invitó a los presentes a reflexionar la importancia de entender para qué se celebra un Jubileo; textualmente dirigió las siguientes palabras:

"¿Y, para qué sirve un Jubileo? Queremos comprenderlo como lo hacía el Padre Fundador. Dirigiéndose a su Familia nos dice en una ocasión:

Y aquí está el "para qué"

"¿Qué quiere un año jubilar? ¡Una nueva fundación! Debemos aprender de la historia de la Familia, debemos dejarnos educar por la historia de la Familia, para ser capaces de dominar la historia actual y nosotros mismos hacer historia.
¿Qué quiere un año jubilar? Poner al descubierto los fundamentos de la Familia y construir sobre ellos.... ¿Cuál es la gran ley fundamental? Tomar en serio la Alianza de Amor.

¿Qué quiere un año jubilar? Verificar si algo se torció y debe ser enderezado" (Jornada octubre de 1951).

O sea, el Jubileo es para renovarnos, para que haya una nueva fundación. Es para tomar en serio la Alianza. Es para "enderezar", rectificar, recomenzar.

La pregunta que nos queda es: Familia de Schoenstatt: ¿Estás dispuesta a entender así este Jubileo?".

Durante el ofertorio, jóvenes representantes del Movimiento presentaron el pan y vino, una patena como símbolo de la consagración que el padre Kentenich hiciera de la familia ecuatoriana un 14 de septiembre de 1968 antes de partir al encuentro con el Señor, banderas con el logo jubilar, la oración jubilar junto al capitalario que asume conquistar la Familia.

¡Santuario eres misión! Es el gran lema que la Comisión Jubilar, liderada por Karina y Carlos Darío Marcial, propone para vivir a lo largo de este año. El gran regalo de oro para el Santuario es una pastoral renovada. Varias actividades tanto internas, hacia la Familia, como dirigidas hacia la comunidad en general, serán programadas, entre éstas habrá visitas virtuales, la peregrinación de mayo, alianzas de amor con la MTA, peregrinaciones presenciales y en pequeños grupos hacia el Santuario, una pastoral renovada, así como la producción de material digital con testimonios y motivaciones que inviten a vivir un año de gracias lleno de fecundidad apostólica al servicio de la Iglesia y del Ecuador entero.

Varios medios de comunicación cubrieron la noticia de esta gran celebración, lo que confirma que el Santuario de Schoenstatt es un lugar con fuerzas propias de atracción, un pulmón que, por su impetuosa naturaleza, no sólo contribuye a renovar el oxígeno de la ciudad, sino que cobija y transforma la vida de miles peregrinos que han experimentado sus gracias.

Este año de celebración se vivirá en todo el Ecuador; seis banderas con el logo del jubileo irradiarán la gracia de este año de fiesta por distintos lugares del país donde se encuentra la Familia de Schoenstatt. Luego de ser bendecidas y flameadas con incesante alegría, éstas fueron enviadas hacia el Santuario Ciudad Celeste, Santuario de Alangasí, Santuario Ciudad Quito, Ermita del Mar Manta, Ermita de Babahoyo y a la Familia de Santo Domingo.

Son memorables las palabras del P. Eduardo para concluir su homilía:

"De la misma manera, en este año jubilar, nosotros queremos anunciar el Santuario, y que nunca se nos olvide el lugar santo. Que esté en nuestras venas, en nuestras memorias, en nuestros apostolados, en nuestras obras, en todo... Dice el P. Kentenich en el Hacia el Padre:
Nos mantenemos inseparablemente unidos... Arda el fuego del amor a la Familia. En ella y con ella queremos luchar y vencer; por nosotros debe ella cumplir su misión. (Santuario, eres misión). Sea Dios mi testigo: Séquese mi diestra, Schoenstatt, si de ti me olvido. HP579

Proclamaremos tu nombre con valentía y guiaremos a los hombres hasta tu Santuario, para que jubilosos y llenos de amor glorifiquen contigo a la Santísima Trinidad en la tierra y en el cielo. Sea Dios mi testigo: Séquese mi diestra, Schoenstatt, si de ti me olvido. HP501"

Se invita a la Familia a participar de todas las actividades presenciales y virtuales que se comunicarán a lo largo de este año por las redes sociales @santuarioschoenstattguayaquil
¡Santuario eres misión!

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