Semana de encuentro con el Padre Rafael Fernández
Todavía teníamos frescas las vivencias compartidas con el Cardenal Francisco Javier Errázuriz. Comentábamos cada detalle de su visita, las enseñanzas que nos dio con simples detalles y con cada palabra, cada una de ellas utilizada con absoluta conciencia de su alcance y significado
| Manuel Emilio Montero Anderson Manuel Emilio Montero Anderson
Por Manuel Emilio Montero Anderson
Rama de Familia
Desde San José de Costa Rica
Todavía teníamos frescas las vivencias compartidas con el Cardenal Francisco Javier Errázuriz. Comentábamos cada detalle de su visita, las enseñanzas que nos dio con simples detalles y con cada palabra, cada una de ellas utilizada con absoluta conciencia de su alcance y significado. Su transparencia en la charla que nos ofreció en Casa Sede, con esa cordialidad de sabernos familia.
Estos recuerdos aún estaban frescos en la memoria cuando el Padre Rafael Fernández, compañero de curso del Cardenal, vino a realizar una jornada de retiros a la Rama de Matrimonios de Costa Rica.
El Padre Rafael es uno de los grandes amigos de nuestra Familia y tal vez uno de los primeros Padres de Schöenstatt que tuvo contacto con nosotros. O nosotros con él. Gracias a Chalo e Ileana de Vega, que tuvieron la osadía, cuando apenas empezábamos a conocer Schöenstatt, de viajar a Miami especialmente para participar en un curso para dirigentes que el Padre Rafael impartía, se logró que viniera a Costa Rica y nos diera una charla abierta. A raíz de ese encuentro surgió el grupo de matrimonios número dos.
Posteriormente muchos matrimonios empezaron a viajar con los Vega a Miami para participar en dichas charlas de dirigentes a cargo del Padre Rafael. Estos eventos forman parte de la historia de nuestra Familia.
En la misma línea, la Rama de Matrimonios organizó hace muy poco tres charlas de Mariología -abiertas a toda la familia-; una reunión de profundización del 31 de mayo, un encuentro de la Militancia, y una jornada de Matrimonios el día sábado. En otras palabras, "una semana de encuentro con el Padre Rafael".
Las tres charlas abiertas sobre Mariología fueron entre semana, por las noches, en "la Gruta": una pequeña capilla de forma octagonal ubicada en la Parroquia de Loreto, en el sector oeste de la ciudad de San José. La reunión de profundización sobre el 31 de mayo y la de militancia, se realizaron en el mismo lugar.
La jornada del sábado se celebró en un lugar precioso, el Seminario Menor, en medio de las montañas de Tres Ríos, a unos 30 minutos de San José. Un sitio ubicado a unos 1,800 m de altura, con amplias zonas verdes y lleno de pinos y cipreses, que en nuestro país identifican a los lugares de altura y clima fresco. "Frío", diríamos los ticos, de acuerdo con nuestro estándar de temperatura, donde 16 o 18 grados es muy bajo. No olvidemos que nuestra media anual circunda los 23 a 26 grados.
VER LO GRANDE EN LA PEQUEÑEZ
Esta vez tuvimos la suerte de que el Padre Rafael llegara el fin de semana, así que pudimos pasar con él algunos momentos muy gratos antes del inicio de la charlas.
Así, compartimos con él las eucaristías de ese fin de semana. Y sus homilías no sólo abarcaron el Evangelio sino nuestras experiencias con el Dios Providente y la espiritualidad del Padre Fundador. Cada una de ellas no sólo fue abordada con la profundidad de quien ve a Dios en nuestro mundo, en cada momento, en cada detalle por simple o pequeño que sea, sino también con esa visión que nuestro querido PK nos legó: profundizar en nuestra meditación de la vida y transmitir a nuestros hijos y nietos la necesidad de percibir todo lo que Dios Padre nos dice a través de los que están a nuestro alrededor.
Nella, mi esposa, y yo, tuvimos la dicha de llevar al Padre a almorzar y verlo "en acción", mientras trabajaba para montar sus charlas. Me impresionó. Para alguien de su nivel intelectual y espiritual, estos encuentros deberían de ser algo así como "pan comido", sin embargo tenía una cantidad de esquemas y puntos que realmente reflejaban el "haz extraordinario lo ordinario de la vida".
Por cierto, lo llevamos a un lugar que tiene unos jardines muy bellos, para que pudiera ejercer su afición a la fotografía. Caminamos por los alrededores y él no dejó de registrar todos aquellos detalles pequeños, que muchas veces pasan inadvertidos para los demás.
El Padre Rafael nos mostró en cada instante cómo hemos perdido el asombro ante detalles pequeños pero tan significativos. En un determinado momento, ya con mucha hambre, le digo: "¡Padre nos van a cerrar el restaurante y nos quedaremos sin comer!". Se ríe."¡Bueno, ya terminé!".
Las charlas de Mariología abordaron tres temas que se fueron tocando en las diferentes sesiones. La primera noche el tema fue la experiencia e influencia de la Mater sobre el Padre Fundador, a través de su vida, desde que su madre lo entregó al orfanato. La segunda noche trató sobre la misión de profeta del Padre Fundador en relación a María, y cómo pudo percibir tan claramente el rol de la Mater en la Historia de la Salvación. Absolutamente letrado, tanto en la Biblia como en los documentos de la Iglesia, y como si estuviera frente a un Tribunal defendiendo y demostrando su tesis, el Padre Rafael nos hizo viajar a través de la historia, mostrándonos la visión de la Iglesia sobre la Virgen María hasta llegar a la mirada del Padre Fundador.
La tercera charla, en lo personal, fue la más espectacular de las tres. Lo nuevo del Padre Fundador en Mariología, en qué consiste lo novedoso de la visión del PK en relación con la MTA y la visión de la fe que los schoenstattianos debemos profesar. Una fe que nos lleva a vivir una espiritualidad más exigente y comprometida, que nos obliga a ser respuesta a un Dios Vivo que cuenta con nosotros para llevar adelante su Plan. El Plan del Dios Providente, el cual muchas veces no comprendemos.
La jornada del sábado tuvo lugar ante más de 90 matrimonios. Se habló de los diferentes diálogos que se dan dentro del matrimonio, partiendo del espiritual y sobrenatural y terminando con el sexual. Este último fue abordado de manera espléndida y abierta, enfatizando la belleza y profundidad que se vive en esa instancia. Todos nos quedamos absortos. La jornada finalizó, como era de esperar, con un aplauso cerrado y de pie por parte de todos los presentes.
Con esta jornada del Padre Rafael termina el año y la Familia sale de vacaciones hasta febrero. El 2009 fue un año de grandes retos y dificultades, pero dentro de él nuestra Familia acogió la iniciativa, en el año Sacerdotal, de rezar por cada uno de los asesores de la Provincia de Pentecostés y de los Padres Diocesanos de Schöenstatt. Tal vez por ello, la Mater, que no se deja vencer en bondad, nos ha regalado un año lleno de riquezas espirituales. Nos ha traído al Cardenal Errázuriz y al Padre Rafael, y a través de ellos ha derramado sobre nosotros su extraordinaria espiritualidad. ¡Gracias M.T.A!