¿Tú o Usted?

      ¿Tú o Usted? Las formalidades y el tratar de usted, ¿necesariamente se relacionan al respeto? ¿Es posible desarrollar una relación de respeto bajo una mirada de cercanía? ¿Qué es más importante, la forma o el fondo? ¿Qué es preferible, el “tú” o el “usted”? El trato hacia el otro bajo una mirada pedagógica kentenijia    

| Marcelo Lizana Ovalle Marcelo Lizana Ovalle

El ámbito académico es un contexto donde el trato formal con el otro posee relevancia. A esto muchas veces se le da una importancia exagerada, que puede llegar a ser innecesaria e invita a la distancia, simplemente “porque debe ser así”. Algunos plantean que el profesor puede tutear al alumno, pero no viceversa; otros que el profesor no puede tutear a quien no lo tutea, es decir, ambos deben tratarse de usted. Al respecto ¿esto es lo que nos enseña el Padre Kentenich? ¿Es lo que nos pide la sociedad hoy? Las formas suelen ser importantes, pero debemos analizar el fondo de estas, y si realmente esas formas deben ser tan determinantes.

El respeto se gana, no puede ser impuesto, pues corre el riesgo de caer en tiranía. Se gana precisamente por medio del liderazgo, en la medida que se reconoce en el líder un mayor nivel de preparación en conocimiento y capacidad. Pero también el respeto se gana en la calidad de persona, es decir, desde cómo se trata a los demás con signos, como al saludar, al preguntar cómo está porque realmente me interesa, al ofrecer un café cuando necesita conversar o trabajar en conjunto… con estos gestos cotidianos transmito confianza, y principalmente acogimiento. Por otro lado, el respeto hacia el Profesor se expresa mucho más allá que por el trato formal. Un alumno puede tratar de usted al docente y no por ello lo respeta. Un estudiante que respeta se dirige de forma cordial, en una actitud de respeto (no necesariamente formal), en un tono amable, acogedor y de confianza.

Entonces el saludar de tú o usted pierde total relevancia. Jesús nos hace sus hermanos e hijos del Padre, se hace hombre y comparte nuestras debilidades, temores y dificultades, y destaca principalmente nuestras fortalezas. En el ámbito universitario muchas veces el académico se encuentra en la “nubes”, transformándose en alguien a quien los alumnos no pueden acceder. El usted marca tajantemente un nivel distinto, pero principalmente nos distancia de los demás. Desde de la pedagogía de Schoenstatt, ello nos impide dejar la puerta abierta a la Providencia, cerrando muchas veces la posibilidad de encontrar a Dios en el otro y con ello el descubrir su voluntad. El tú, en cambio nos acerca, invita y ACOGE.

Con nuestros alumnos podemos ser exigentes pero con cariño, hacerles sentir que nos importa su formación profesional no por la calificación, sino por el aporte como persona y como profesional a la sociedad, así contribuirá al Bien Común. Se puede ejercer la autoridad con cercanía.

Los invito a reflexionar a la luz del ejemplo pedagógico del Padre Kentenich: ¿soy cercano o lejano con mis alumnos?, ¿incentivo sus fortalezas? ¿soy humilde y sencillo en mis formas? ¿es tan necesario que me traten de usted? ¿los respeto desde mi fuero interno, alegrándome en sus logros y lamentándome en sus fracasos? Miremos con admiración a nuestro Papa, quien al mostrarse más cercano y al enseñar a dar primero un “tú” ha generado no una falta de respeto por parte de las personas, sino más bien un ejemplo de vida. El Papa Francisco ha generado una corriente de admiración por su coherencia y valentía. En nuestros días el estudiante “más que ser educado, anhela ser comprendido (PJK)”.

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