UN JUBILEO SOSTENIBLE CAÍDO DEL CIELO- Por Pablo Vidal Castillo
| Pablo Vidal Castillo Pablo Vidal CastilloDesde hace unas semanas se ha vuelto recurrente a nivel global, la aparición de variados artículos que auguran diferentes escenarios que deberemos enfrentar como humanidad en el futuro post pandémico. En estas, y en muchas otras proyecciones, se concluye que el futuro de la humanidad debiera ser sostenible, con nuevos modelos económicos, más equidad social y un mayor cuidado de los recursos de la naturaleza, en síntesis, un escenario donde la sostenibilidad y el trabajo colaborativo sea piedra angular.
En paralelo y con una mirada más local, hemos vuelto paulatinamente a retomar la reflexión hacia el futuro. Pero a diferencia de las proyecciones y reflexiones globales, pareciera que los temas muchas veces cortoplacistas se toman la agenda, desperdiciando la oportunidad que ofrece la sostenibilidad para el nuevo periodo que viviremos como nación.
Fue hace menos de un año, la mirada ambiental era algo inevitable en la mayoría de los temas, debido a uno de los eventos ambientales más importantes del mundo la COP-25 y las grandes definiciones globales que se desprendían del acuerdo de Paris. Luego la pandemia del COVID colocó la urgencia en la desigualdad, la crisis sanitaria y los grandes desafíos sociales y económicos de nuestras naciones.
Ahora, cuando la discusión sobre el mundo que queremos construir está más vigente que nunca, parece más que prudente dar relevancia a esa mirada sostenible.
Por eso nos cae del cielo -literalmente- el denominado Jubileo de la Tierra, impulsado hace unos días por el Papa Francisco junto a variados líderes de otras religiones, para invitarnos a “recordar, descansar, reparar y alegrarse” por el cuidado de la Casa Común. Una celebración que este año se conecta con los cincuenta años del Día de la Tierra y que con un tono de urgencia nos invita a repensar la sociedad que soñamos desde una mirada armónica con la creación.
Estos días jubilares deben ser un impulso para que legisladores, políticos, empresarios y todas las personas -creyentes y también no creyentes- encausen sus discusiones, reflexiones y propuestas con esta óptica integral. Volviendo a poner al centro materias urgentes como la disminución de la desigualdad, el cambio climático, el cuidado del agua, la inclusión y participación, las condiciones laborales, la participación de la mujer, el desarrollo de pequeños emprendedores y tantas otras materias que son parte de la agenda de la sostenibilidad.
Aunque solo son 30 días, pueden ser suficientes para retomar el camino sostenible para el mundo que queremos. No los desaprovechemos.
Por Pablo Vidal Castillo