Un sueño del P. José Kentenich

Un sueño del P. José Kentenich
Desde hace una eternidad, o lo que ya me parece a mí una eternidad, nuestro padre fundador nos convocó y motivó para que lo ayudáramos a realizar otro de sus sueños: un estudio académico de lo que podríamos llamar la “teoría y praxis Schoenstatt”.

Primero esperó que el estudio lo realizaran algunos teólogos schoenstattianos, profesores de la Hochschule de los padres palotinos, en Schoestatt. Después, lo propuso al Instituto de Padres de Schoenstatt.

A mi parecer, nuestro aporte a la Iglesia y al mundo en general en la línea del segundo fin de Schoenstatt, debería consistir en lo que entendemos como nuestra misión - nuestro carisma – que hemos recibido para realizarnos de acuerdo a nuestra vocación en la Iglesia y en el mundo.

Es el contenido de la "misión 31 de mayo", mirada desde distintos puntos de vista: teológico, filosófico, antropológico, pedagógico, sicológico...  
Esta "doctrina" - cuyo contenido no es exclusivo de nosotros - debería permitirnos mantener un diálogo fecundo con otras personas e instituciones, por ejemplo, a nivel académico... 
Esto es siempre que la invitación no la "mezclemos" con la exigencia de que las personas invitadas a dialogar también tengan que aceptar nuestra comprensión de Schoenstatt y de su historia. Esto – no mezclar - es una condición sine qua non para que Schoenstatt realice su tercer fin: la Confederación Apostólica Universal.

Schoenstatt como Familia religiosa - en términos de los institutos seculares en particular – tiene un lugar propio en la Iglesia.
Y los laicos propiamente tales, que no pertenecen a institutos religiosos, tienen también su lugar propio, tienen completa libertad - como "movimiento" - para navegar por los espacios siderales...

Haciendo la distinción entre "misión 31 de mayo" – la doctrina  - y el “31 de mayo 1949"  como tercer hito (al igual que cuando hablamos del 18 de octubre 1914, o del 20 de enero 1942, o del 22 de octubre 1965) me parece que ayudaría a presentar y estudiar la doctrina, sin hacer referencia directa al tercer hito. Entonces podríamos estudiarla desde diferentes disciplinas en el contexto de la historia universal del pensamiento (eclesial y secular). Especialmente, su contribución original a la pedagogía y sicología. En eso consistiría nuestro aporte a la Iglesia, nuestro aporte a las disciplinas ya mencionadas y a otras.

Como schoenstattianos tenemos que salir de la burbuja. Es la invitación que nos hizo el Papa Francisco en octubre 2014 cuando lo visitamos en Roma y a lo que se refiere el P. Rafael Fernández en las siguientes publicaciones de schvivo.com:
“Encerrados en el mundito de Schoenstatt y de la Curia” y en  “Renovar y refundar Schoenstatt”.

Una manera de salir sería la creación de un Instituto Pedagógico que se dedicara al estudio, investigación, divulgación, capacitación y certificación académica de personas ofreciendo grados y post-grados. Nuestros pedagogos tienen la experiencia. Y ahora tienen la palabra... para invitar a personas schoenstattianas y no-schoenstattianas a conocer la "teoría y praxis Schoenstatt" en el área de la pedagogía.

Es una invitación - entre otras - para empezar a hacer realidad un sueño del P. José Kentenich...

Unidos a ustedes fraternalmente, les deseo muchas bendiciones.

Eduardo Arnouil Olavarría