Y el Verbo se hizo niño para compartir nuestra vida

Miramos al Pesebre y nuestra mirada se detiene en el Niño Jesús, lo admiramos y lo saludamos con oraciones y cantos, lo rodeamos de figuras y adornos, luces y flores. Nos centramos en Él, el Verbo de Dios. Este año que ya concluye nos trajo alegrías y dolores, encuentros y desencuentros, sorpresas y novedades, pero todo esto queremos agradecerlo al Padre providente que siempre guía nuestros pasos y los orienta al bien. ¡Qué hermoso es ser agradecidos! ¡Qué lindo es saber admirar los dones!Nos hace felices y nos da un sentido positivo de la vida. Ante el Verbo hecho Niño queremos descubrir la presencia continua de Dios en nuestra vida y en la historia humana, subrayando el valor supremo de la VIDA, tanto la propia como la de cada ser humano. Desde el pequeño embrión hasta el moribundo, nada ni nadie puede privarlo del derecho fundamental a vivir y a desarrollarse en todas sus potencialidades...

| Padre Guillermo Mario Cassone (Desde Roma) Padre Guillermo Mario Cassone (Desde Roma)

Miramos al Pesebre y nuestra mirada se detiene en el Niño Jesús, lo admiramos y lo saludamos con oraciones y cantos, lo rodeamos de figuras y adornos, luces y flores. Nos centramos en Él, el Verbo de Dios.

Este año que ya concluye nos trajo alegrías y dolores, encuentros y desencuentros, sorpresas y novedades, pero todo esto queremos agradecerlo al Padre providente que siempre guía nuestros pasos y los orienta al bien.
¡Qué hermoso es ser agradecidos! ¡Qué lindo es saber admirar los dones! Nos hace felices y nos da un sentido positivo de la vida.

Ante el Verbo hecho Niño queremos descubrir la presencia continua de Dios en nuestra vida y en la historia humana, subrayando el valor supremo de la VIDA, tanto la propia como la de cada ser humano. Desde el pequeño embrión hasta el moribundo, nada ni nadie puede privarlo del derecho fundamental a vivir y a desarrollarse en todas sus potencialidades.

Valoramos la VIDA porque creemos en el Autor de la Vida, que es Dios mismo, y porque en Belén se nos reveló como quien vino a compartir nuestra vida humana con todas sus características, las hermosas y las dolorosas también.

Les propongo en esta Navidad 2010 que nos planteemos tres preguntas:

+ ¿Amo mi vida de verdad, la valoro y la cuido; la comparto generosamente?

+ ¿Valoro y respeto la vida de mi prójimo, así como es, y ayudo a mejorarla?

+ ¿Me comprometo en todos los campos por promover siempre la vida?

Que cada uno ante el Niño de Belén, que nos dijo YO SOY LA VIDA, se cuestione y le responda directamente a El.
Ese es mi deseo y mi saludo de Navidad para cada uno de Uds., mis amigos.

Con un afectuoso abrazo y una bendición personal a cada uno

P.Guillermo Mario Cassone
Roma

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