¿Y TÚ QUÉ HICISTE POR TU HERMANO?
Nuestro hermano el cardenal Francisco Javier Errázuriz tiene hoy una importante misión junto al Papa Francisco, trabajando para hacer importantes reformas para la Iglesia del Siglo 21. ¿Cuál es nuestra labor como familia schoenstattiana, para ayudar al cardenal a cumplir esta misión?
| Juan Enrique Coeymans Juan Enrique CoeymansEsa frase podría aplicarse inmediatamente al hermano pobre y necesitado. Y es verdad, así debe ser. Porque lo que hacemos por nuestros hermanos, se lo hacemos al Señor, porque Él ha dicho que está en el otro.
Sin embargo, no solo hay necesitados físicos o materiales. Hay necesitados de gracia, de Espíritu Santo.
Nuestro hermano el cardenal Francisco Javier Errázuriz, es uno de los ocho cardenales que conforma ese verdadero Consejo de gobierno que ha nombrado el Papa Francisco para introducir reformas en el gobierno de la Iglesia. Es una tarea sumamente importante, decisiva, y crucial en los tiempos que corren. El necesita, junto a los otros cardenales del Consejo y el Papa, luz y fuerza del Espíritu Santo. Ellos , también son necesitados
¿Cómo podemos ayudarlo?. Por supuesto podemos hacerle llegar nuestras inquietudes y preocupaciones. Pero lo que podemos hacer todos para ayudarlo es rezar y hacer capital de gracias por él , por el Papa y sus compañeros en el Consejo.
No sé si se han dado cuenta la mayoría de los hijos de Schoenstatt, que en ese consejo hay un hermano nuestro de Alianza, y esto es algo único en la historia del Movimiento.¿ Y nosotros seguimos viviendo tranquilos, como si eso fuera lo más normal? ¿Qué diría nuestro padre fundador si nos viera así de despreocupados por la inmensa responsabilidad que tiene el otro?
Escribo estas líneas para invitar a cada hijo de Schoentatt que las lea, a que recemos diariamente la oración al Espíritu Santo de nuestro fundador, y a que a través del fiel y fidelísimo cumplimiento de nuestros deberes cotidianos, aportemos capital de gracias ante nuestra Reina en nuestros Santuarios, para que el hermano cardenal y los demás miembros del Consejo, adopten las medidas más inteligentes y según el querer de Dios respecto a los cambios que hay que realizar.
Oración y capital de gracias, ese es nuestro aporte a nuestro hermano.
Que nadie nos diga algún día ¿Qué hiciste por tu hermano en esa oportunidad?