Alabanzas a los 70 Años

El padre Guillermo Cassone celebra 70 años y los recuerda con una carta. En ella de un testimonio de fe. "Doy gracias por la vida y la fe recibidas de mis padres en el seno de una familia cristiana, con la que comparto hasta el presente los afectos, los vínculos y los valores", escribe. El padre Guillermo pertenece a Schoenstatt desde los 16 años y fue formado por el Padre Kentenich. "Doy gracias -agrega- por vivir en Alianza con María que me educa y conduce de la mano al encuentro siempre más hondo con Jesús, el Espíritu Santo y el Padre. Ella con su maternal cercanía y su paciente guía me acompaña siempre fielmente".

| Padre Guillermo Cassone Padre Guillermo Cassone

TE DOY GRACIAS SEÑOR POR TU AMOR

NO ABANDONES LA OBRA DE TUS MANOS

ALABANZAS AL DIOS DE LA VIDA A MIS 70 AÑOS DE VIDA.

Nací en Córdoba a las 17.20 horas del 27 de junio de 1942 y soy el primero de seis hermanos, hijos de Italo Cassone y de Otilia La Frossia. Mi papá celebra los 100 años, ahora en la Casa del Padre, el 14 de julio, ya que falleció a los 91 años. Mi mamá vive y pronto cumplirá 97 años, Dios mediante.

Más que una autobiografía, quiero dar un testimonio de fe en forma de alabanza a Dios, Autor de la vida y quien la conduce en su sabia Providencia.

Doy gracias por la vida y la fe recibidas de mis padres en el seno de una familia cristiana, con la que comparto hasta el presente los afectos, los vínculos y los valores.

Doy gracias por pertenecer a la Iglesia en la que maduró mi fe al vivirla en comunión con tantas personas y comunidades, ya desde mi infancia y juventud (parroquias, colegios, movimientos) y desde hace más de 40 años como sacerdote.

Doy gracias por pertenecer a Schoenstatt desde mis 16 años y haber tenido la gracia de ser formado por el P.Kentenich, su Fundador y mi Padre Espiritual, cuando vivía en medio nuestro y ahora con su intercesión desde la eternidad.

Doy gracias por vivir en Alianza con María, que me educa y conduce de la mano al encuentro siempre más hondo con Jesús, el Espíritu Santo y el Padre. Ella, con su maternal cercanía y su paciente guía, me acompaña siempre fielmente.

Doy gracias por cada uno de los amigos, que son tantos y tan buenos, de quienes he aprendido y continúo aprendiendo. En esta alabanza los incluyo a todos, comenzando por los más cercanos pero abarcando esa enorme red de vínculos profundos y fieles.

Doy gracias por mi comunidad sacerdotal de los Padres de Schoenstatt, en la que vivo fraternalmente mi sacerdocio y por la gran Familia internacional de Schoenstatt a la que sirvo con alegría en cada país o diocesis donde he actuado o actúo.

Pido a Dios que me siga conduciendo paso a paso y día tras día con su admirable Providencia hasta el final de mi vida, que me regale fidelidad a mi vocación sacerdotal, una paternidad que revele la suya y una mayor santidad de vida a ejemplo de Jesús para que pueda decir con San Pablo "es Cristo quien vive en mí".

Me encomiendo a la oración de ustedes y les prometo recordarlos en la Misa cotidiana y en mi bendición cada noche. Gracias por el afecto y la amistad de cada uno de Uds.

P. Guillermo Mario Cassone

25 de junio de 2012, memoria de San Guillermo, mi santo patrono.

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