El Papa Francisco... ¿un hombre peligroso?

Después de seguir la visita del Papa Francisco a Sudamérica por la televisión y las redes sociales, encontré en Facebook un artículo cuyo encabezado era el siguiente: Grupos conservadores de EE.UU. califican a Francisco como "el hombre más peligroso del mundo". Este artículo es una crítica al comentador de la cadena de televisión estadounidense Fox News, Greg Gutfeld, el cual considera a Francisco hoy por hoy "el hombre más peligroso del planeta" calificándolo de marxista y comunista.

En esta visita a Sudamérica, los discursos de Francisco estuvieron llenos de fuerza, sabiduría y esperanza para el mundo. En ellos encontramos palabras tan sencillas como: solidaridad, amor, servicio, familia, vida, inclusión, dignidad, etc. Todas ellas llenas de verdad, las cuales han causado miedo a aquellos con una gran debilidad espiritual, a tal grado que consideren al vicario de Cristo como ¡peligroso!... y no solo así, sino...¡el más peligroso!

Días antes de este artículo, en México se escapa "el Chapo" Guzmán, un hombre verdaderamente ¡peligroso! y no por pronunciar la palabra "amor" o "justicia". Es considerado uno de los más peligrosos del planeta, pero ahora Francisco es el más ¡peligroso!... y ya lo creo que sí. Saben perfectamente que el entusiasmo, la alegría y la fuerza con la que proclama al amor y la justicia, contagiará a más de uno para seguir adelante con la obra de Dios, y esto preocupa demasiado. A un narcotraficante se le puede abatir de muchas maneras tarde que temprano, y seguramente el mundo con el tiempo se olvidará de él, pero las acciones de un hombre tan lleno de Dios, ni la misma muerte logrará desenterrar, lo que sembró en cada uno de nosotros, para continuar creciendo como una enredadera, generando vida a nuevas generaciones.

Creo que la visita del Papa a América, alerto a aquellos cuyos intereses son tan pobres, que se asustan verdaderamente al encontrarse con un hombre que a pesar de su edad, sus palabras son tan fuertes y sensibles al corazón, como para lograr una revolución interior, que sumándose, se lograría un verdadero cambio en la sociedad y en el mundo entero, dejando desprotegidos a quienes cuya única ambición es la de tener poder y dinero, para continuar sembrando la miseria no solo del cuerpo, sino también la del alma de hombres débiles en la fe.

Qué pena que cuando llega un hombre con fuerza en el corazón, procurando la reconciliación con el planeta, con nuestros hermanos y con nosotros mismos, lo descalifiquen de esta manera. Sin embargo, creo que este tipo de noticias, solo demuestran que el demonio no la tiene ganada, que a pesar de la persecución de Cristianos, de las leyes a favor del aborto y del uso indiscriminado del planeta, encontramos miedo en aquel cuyo único fin es el hedonismo. Se sabe en peligro por un Sacerdote que calza los zapatos más cómodos, que se desvía del camino para llegar a un desolado lugar y saludar a los pobres, que viaja y come con sus empleados, que carga su maletín como cualquier otra persona y que visita la cárcel sin temor alguno. De verdad les causa miedo observar, como con humildad y alegría en su corazón demuestra su amor al mundo entero, sin distinción de raza, genero o religión.

Los que estamos constantemente escuchando las voces de nuestros tiempos y de nuestra alma, sabemos muy bien que realmente lo consideran "peligroso" no por hablar de economía, pobreza, y tantas cosas que para ellos son comunistas, sino porque saben que la verdadera transformación de un pueblo, viene de abrir los ojos, los oídos y el corazón a la palabra de Dios. La verdadera revolución esta en cada uno de nosotros, y Francisco lo que quiere, es... que reaccionemos desde lo más profundo de nuestro ser, porque contra eso, no hay arma que pueda apagar ese fuego que solo viene del Espíritu Santo. Cuantos Cristianos han muerto en Medio Oriente por proclamar su fe, y ni las armas más poderosas han logrado aplacar el alma llena de Dios.
Claro que tienen miedo, miedo a que descubramos que detrás de este capitalismo vendido como una utopía, se oculta la palabra que duerme la mente; la luz del falso oro que no permite ver con claridad la verdadera necesidad del hombre, y la música que ensordece el corazón, sin permitirnos escuchar las voces de nuestros hermanos, sumergidos en una soledad absoluta. Esto es el mundo de ahora, un lugar donde la mentira es verdad y la injusticia es justicia. Solo existen intereses personales, que han permitido desaparecer por completo esa bonita intención que nace del corazón y que viene del Espíritu Santo, al ayudar a los demás solo para encontrar la sonrisa de Dios en el camino.
Sigamos el ejemplo de nuestro querido Papa Francisco, aunque hagamos lio, que no se nos olvide que cuando se hace la voluntad de Dios, a pesar de lo que pueda venir, los frutos serán los más dulces y la mirada de Él será lo mejor.