Relevo generacional
"Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla" era el mandato del Génesis. En 2011 la población mundial alcanzó los 7 mil millones de habitantes. Para muchos, incluyendo grupos ecologistas profundos, el crecimiento poblacional pone en peligro la subsistencia del planeta. En diversos países, incluyendo a Chile, la tasa de natalidad no alcanza a reponer la población. Para algunas personas eso no sería problema. Pero para Pablo Crevillén sí. En su nueva columna sostiene que "la falta de nuevas generaciones hace imposible que se puedan pagar las pensiones de los mayores y, seguramente, una sociedad con una mayoría envejecida es una sociedad que no es capaz de afrontar nuevos retos con ilusión".
| Pablo Crevillén (España) Pablo Crevillén (España)
A partir de los años 60, el medio ambiente viene a ser objeto de preocupación universal. La explotación de los recursos naturales que realiza el sistema capitalista resulta insostenible. Empiezan a surgir grupos ecologistas que consiguen un gran eco social. Si bien sólo tienen representación política en algunos países (el caso más relevante es el de Alemania) y nunca mayoritaria, no hay partido político, empresa o institución que discuta el mensaje verde e incluso lo utilizan en sus campañas de comunicación y publicidad (a veces, aunque su actividad cause un impacto negativo en el medio ambiente).
Al igual que el feminismo, el ecologismo tiene numerosas corrientes. Algunas conciben la ecología como comprensiva del ser humano y defienden a éste desde su concepción hasta su muerte; otras, más numerosas están vinculadas a la izquierda política, pese a que tras la caída del Muro de Berlín pudo verificarse que en los países comunistas el daño medioambiental era comparable y, en algunos caso, peor que en Occidente.
Pues bien, una corriente cada vez más en alza es la llamada Deep Ecology que, partiendo de la espiritualidad New Age, considera a la Madre Tierra o Gaia un ser vivo gigantesco que cobija al resto. Incluso algunos dieron el paso lógico y en 2001 organizaron la Church (Iglesia) of Deep Ecology. Aunque la Iglesia parece limitada a una pequeña congregación en Minnesota, su página web y sus materiales tienen un alcance nacional y promueve eventos relacionados con la deep ecology por todo el país.
Aunque pueda parecer algo pintoresco, lo cierto es que el concepto de la especie humana como plaga ha calado en la opinión pública. Además, de la destrucción de la naturaleza no culpan a las empresas que han causado el daño, sino a los cristianos, con base en el mandato del Génesis: "Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla". Y consideran que debe hacerse todo lo contrario.
En 1970, la tasa de fertilidad media en el mundo estaba en unos 5 hijos por mujer. Ahora está en unos 2,5. Pero según los activistas hay que seguir reduciendo, pese a que la tasa de reposición (la necesaria para asegurar el relevo generacional) es de 2,1 por mujer. Si uno observa las tasas de fertilidad del mundo, por debajo de 2 hijos por mujer se encuentran todos los países europeos (excepto Albania), Australia y Canadá. En Sudamérica, Chile ha caído por debajo de 2 (en 2009, de acuerdo con los datos del Banco Mundial era 1,93 y en 2010, según datos del CIA World Factbook, 1,90); Argentina pasa por poco de la tasa de reposición (2,22 y 2,33 según las mismas fuentes); Brasil ya estaría por debajo (1,83 según el Banco Mundial, aunque la CIA le concede 2,19). Sólo Afganistán y África Subsahariana (excepto Sudáfrica) tienen tasas por encima de 4. En España, tras haber estado a la cabeza mundial, junto con Hong Kong tuvo las tasas más bajas de 1,12 hijos por mujer en los años 90 y repuntó ligeramente gracias a la emigración hasta 1,47. Pero la crisis ha vuelto a hacer decaer los índices hasta el 1,38.
En un periódico que daba la noticia no se consideraba preocupante el dato, habida cuenta de que somos ya muchos en el planeta (7.000 millones) y que Europa sigue siendo una de las zonas del mundo de mayor densidad demográfica. Pero se olvida el periodista de que la falta de nuevas generaciones hace imposible que se puedan pagar las pensiones de los mayores y, seguramente, una sociedad con una mayoría envejecida es una sociedad que no es capaz de afrontar nuevos retos con ilusión. La situación, sin embargo, no es irreversible. En Francia, que también estaba por debajo de 2, ahora está ligeramente por encima con una política de fomento a la familia.
Además de las ayudas públicas, una educación que promoviese la generosidad personal, también colaboraría.
Pablo Crevillén