
Encuentro RTA de JF
Úrsula Acosta – JF Providencia, Santiago –
En marzo de 2024, durante una jornada de mi grupo de vida, mi dirigente nos regaló a cada una tarjeta
del “teléfono del Padre” y teníamos que sacar una sin ver que decía. La que yo saqué decía: “Ustedes
son mi corona viva”. En ese momento no entendí lo que el Padre me quería decir pero poco a poco todo
tuvo sentido.
Durante todo el 2024, como Juventud Femenina nacional, trabajamos el tema de ser coronas vivas. Con
ese espíritu llegamos al Campamento Nacional de Aliadas de enero 2025, donde tuve el regalo de ser
parte del Consejo. El lema fue: “Por Ti María, hoy y siempre, corona viva”. El campamento fue
fantástico, todas las que participamos aún podemos recordar las vivencias que tuvimos y nuestro lema
quedó grabado en nuestros corazones.
Cuando la Hna. Emilia me dijo que fui oficialmente invitada a participar en el Jubileo de los 25 años de la RTA en Alemania y en el Jubileo de la Esperanza en Roma me llené de emoción. Lo más sentimental (y bacán) de esta invitación es que mi mamá formó parte de la delegación de la Juventud hace 25 años, y me siento muy agradecida de poder recorrer los mismos lugares. Soy una de las más pequeñas ya que tengo 15 años, justo la edad mínima para participar.
Viajamos 26 niñas de distintas regiones de Chile (desde La Serena a Puerto Montt), acompañadas por la Hna. Emilia y la Hna. Montserrat. En Frankfurt nos juntamos con la Hna. Camila.
Viajamos el 18 de Julio y llegamos a Schoenstatt, Alemania, el 19. Fuimos de las primeras Juventudes Femeninas internacionales en llegar (Sudáfrica ya había llegado), lo que significó tener el Santuario Original solo para nosotras los primeros días. ¡Nos sentimos privilegiadas! Nos alojamos en la casa Sonnenau, la Casa Nacional de la Juventud, que queda a solo siete minutos caminando al Santuario
Original, así que podíamos visitarlo constantemente.
El día comenzaba con la Misa a las 07:00, luego desayunábamos y seguíamos con las actividades, todas hermosas. Podíamos ir a rezar todos los días en el Santuario Original y, algunos días, en la Iglesia del Espíritu Santo, pedir por nuestras familias, por quienes nos encargaron intenciones, y por nuestra JF de Chile.
Hermanas de distintos países y Novicias nos explicaron cómo fue la vida del padre Kentenich, lo que tuvo que sufrir en el campo de concentración, los distintos lugares donde vivió y el sacrificio que fue fundar Schoenstatt. Recorrimos lugares llenos de historia, como Gymnich (la casa natal del Padre), Coblenza, Metternich, Colonia, sitios todos muy significativos.
Logramos conocer 12 Santuarios de los 13 que hay en Schoenstatt. Caminábamos mínimo 10.000 pasos diarios entre bajadas y subidas de los cerros y, aunque quedábamos muy cansadas, todo valió la pena. Personalmente, este viaje quedará para siempre grabado en mi corazón. No solo porque fue mi primera vez en Schoenstatt, sino que también porque viví uno de los momentos más importantes y emocionantes, ya que sellé mi Alianza de Amor en el Santuario Original. Ese instante fue único y me sentí profundamente amada por la Mater. Fuimos 9 niñas las que sellamos la Alianza y las demás tuvieron el regalo de renovarla. Estábamos todas demasiado felices, ya que lo hicimos en el mismo
lugar donde todo comenzó.
El 25 de Julio comenzó el Jubileo de la RTA, éramos como 670 niñas de todo el mundo. Las actividades se hacían en el aula y Chile fue el primer país en salir al escenario, ya que preparamos un Teatro en el que contábamos la historia de la Corriente de la Corona Viva, todos nos aplaudieron.
El Lema del Jubileo era: “We are your living crown, today, tomorrow, together”.
Tuvimos distintas actividades los 3 días del Jubileo, como por ejemplo, en la mañana escuchábamos testimonios y teníamos reflexiones sobre la Corona Viva, y como no todas hablamos el mismo idioma, usábamos audífonos por los cuales una persona traducía para que todas pudiéramos entender.
Tuvimos talleres (hacer velas, pulseras, confesiones, jugar al aire libre, recorrer Schoenstatt). Nos juntábamos en grupos con niñas de otros países para comentar qué nos motivaba a estar acá. Cada país presentó su baile típico o sus tradiciones en el escenario, 4 niñas de Chile bailaron cueca. El jueves por la noche hicimos una mini peregrinación con velitas desde la Iglesia del Espíritu Santo hasta la explanada del Santuario Original y, con las velitas encendidas, todas levantamos nuestras manos y formamos una RTA humana, igual que la foto que tomaron en el año 2000. Minutos después, una representante de cada país entró al Santuario para coronar a la Mater. Fue una vivencia única.
El 27 fue el último día del Jubileo de la RTA. En la mañana escuchamos testimonios y cada una le escribió una carta a la generación del 2050, fue muy emotivo y especial. Por la tarde las Hermanas de María (con las Novicias y Postulantes) nos invitaron a su casa a comer algo rico después del almuerzo, cantamos con ellas algunas canciones y hablaron de lo feliz que estaban por ver a tanta juventud. Luego, tuvimos nuestra misa con toda la Juventud Masculina y Femenina en la Pilgerkirche (Iglesia de los Peregrinos), donde renovamos nuestra Alianza de Amor. Desde ahí caminamos hacia el Santuario Original para finalizar ambos Jubileos y hacer un encuentro de ambas Juventudes. Después comimos
todos juntos y en la noche hubo un grandioso Festival en donde todos los países podían subir al escenario y cantar. Estuvo muy divertido.
El 28 por la mañana viajamos a Roma al Jubileo de los Peregrinos de la Esperanza! Estamos llenas de alegría!