Bellavista, vida que se renueva
Vida y Esperanza tras la apertura del Santuario de Bellavista
Tras la reapertura de abril de este año, el Santuario Nacional, Cenáculo de Bellavista, ha vuelto a llenarse de vida, de alegría y de diversas manifestaciones de la vida espiritual. La Familia de Bellavista y los peregrinos han vuelto a encontrar en esta tierra santa un lugar de encuentro y de reflexión para celebrar y renovar su fe.
Justo después de su reapertura se celebró con alegría el Domingo de Ramos, así como en Jerusalén, se daba la bienvenida a Jesús en este lugar y se dio inicio también a la Semana Santa, cuyas vigilias y misas permitieron a todos vivir la pasión, muerte y resurrección de Jesús, en un ambiente de fe y recogimiento.
Lo mismo sucedió en las siguientes fiestas de la Iglesia, como Pentecostés, con una oración cantada y vigilia, o Corpus Christi, con la procesión y adoración a Jesús Sacramentado.
También se vivieron con gran alegría los 76 años del Santuario y los 76 años del 31 de mayo, que recordaron lo vivido en el Jubileo del año pasado, cuando se recibieron más de 1500 peregrinos de distintas partes del mundo.
Más allá de estas celebraciones tan propias de la Iglesia y de nuestro Movimiento, la reapertura del Santuario ha devuelto a Bellavista la vida espiritual que tantos echaban de menos vivir en este terruño; la oración y las fieles contribuciones al capital de gracias de tantos peregrinos, han permitido a la Mater seguir regalando s
us gracias a quienes se acercan a rezar, a tener ese encuentro personal con el Señor, a buscar paz y a experimentar el amor personal de Dios y la Santísima Virgen. En estos meses se han sellado nuevas Alianzas de Amor, se han consagrado militantes, ha habido momentos de oración y de adoración, vigilias y encuentros, jóvenes y adultos han peregrinado de otras ciudades y de otros santuarios y han regalado vida y esperanza a este lugar santo.
En este año santo, en que la Iglesia nos invita a ser Peregrinos de Esperanza, volvemos la mirada hacia el Cenáculo para agradecer y renovar nuestra Alianza, confiados en que desde aquí la Madre y Reina seguirá acogiendo a todo aquel que se acerque a Ella y regalando sus gracias para que nuestra vida también se renueve en el amor.