AGRADECIENDO- Por Jesús Ginés O.
| Jesús Ginés O. Jesús Ginés O.
Nunca había tenido ocasión de agradecer tanto a tantos en tan poco tiempo. Y todo gracias al cautiverio del Covid19 que, al final tendrá que ser recordado en la humanidad entera como un tiempo de gracia. Sí, incluso para aquellos que lo sufrieron en su propia carne y para todos los que ayudaron a recuperarse a la mayoría o a bien morir a algunos otros.
Desde mi semivoluntario cautiverio en mi propia casa contemplo desde el balcón a la gente que pasa y algunos hasta me saludan, sin haberme conocido antes: niños en bicicleta, muchachos en moto que llevan alimentos, medicinas y encargos a otros que como yo, siguen cumpliendo el solicitado retiro para no entorpecer la labor de los que nos cuidan con tanto esmero y eficacia. Hasta los perros que sacan a pasear a sus amos me saludan con sus ladridos y yo lo recibo como un homenaje o una cortesía a mi pobre persona que vive sola y los mira con cariño desde el cuarto piso.
Hoy me paso el día agradeciendo a Dios porque me mantiene sano y salvo y, en cierta medida, contento de hacer caso a este encierro sanativo, agradezco a los familiares y amigos que me llaman constantemente, que me envían mensajes entretenidísimos, que no sé cómo salen con tanto ingenio y gracia, a los muchos antiguos y olvidados conocidos o amigos que habían quedado sepultados apenas en un borroso recuerdo. Todo el día, a todas horas, traspasando el vecindario, la ciudad y el continente me comunico y me comunican, me hacen sentirme querido y yo mismo estoy queriendo como nunca antes lo había hecho. ¡Cómo no agradecer tanta gracia¡ Hoy aspiro a que muchos junto conmigo podamos decir que nos estamos llenando de gracia, sin pretender por ello que venga un ángel del cielo a decírnoslo como se lo dijo a María. Con Pedro Vargas, el de la voz de oro me nace del alma decir: Muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido.
Jesús Ginés Ortega