Amar al enemigo
Todos tenemos enemigos, y el señor nos llama a amarlos. Es el llamado paradágico y contracultural, con el que siempre nos sorprende y desafía el evangelio. Todos quisieramos tener, como dice la canción de Roberto Carlos, un millón de amigos, y estar siempre bien con todos. ¡Yo no tengo enemigos! ...Entonces, ¿cuáles son los enemigos que el evangelio nos pide que tratemos con amor?. Jesús Ginés nos muestra aquí cuatro ámbitos donde podemos tener enemigos: la familia, el trabajo, en nuestras relaciones sociales más amplias y, finalmente, también entre los miembros de la Iglesia con los cuales compartimos ideales y hasta tareas apostólicas. Acojamos esta invitación evangélica, bienvenida al comenzar este tiempo de cuaresma, que nos llama a una revisión y conversión profunda de nuestras actitudes, costumbres y conducta.
| Jesus Ginés Jesus GinésTodos tenemos enemigos, y el señor nos llama a amarlos. Es el llamado paradágico y contracultural, con el que siempre nos sorprende y desafía el evangelio.
Todos quisieramos tener, como dice la canción de Roberto Carlos, un millón de amigos, y estar siempre bien con todos.
¡Yo no tengo enemigos! ...Entonces, ¿cuáles son los enemigos que el evangelio nos pide que tratemos con amor?.
Jesús Ginés nos muestra aquí cuatro ámbitos donde podemos tener enemigos: la familia, el trabajo, en nuestras relaciones sociales más amplias y, finalmente, también entre los miembros de la Iglesia con los cuales compartimos ideales y hasta tareas apostólicas.
Acojamos esta invitación evangélica, bienvenida al comenzar este tiempo de cuaresma, que nos llama a una revisión y conversión profunda de nuestras actitudes, costumbres y conducta.