Barros, la punta del Iceberg
Esta cultura de la Iglesia se caracteriza por tratar de soslayar los problemas, diluirlos, resolverlos en alguna medida, pero no cabalmente y tratar que afecte al mínimo, la vida y existencia de los Pastores. No se va de frente y no se busca resolver todas las aristas que han generado la situación, de tal manera de darle una completa solución.
Martes 23 de enero de 2018 | Patricio YoungMucho se ha dicho y publicado sobre el caso del Obispo Barros, que sin duda alguna opacó la gran visita del Papa Francisco.
El problema producido, que era muy previsible, responde a un mal más profundo que es la cultura de la Iglesia para enfrentar y resolver los conflictos.
Esta cultura se caracteriza por tratar de soslayar los problemas, diluirlos, resolverlos en alguna medida, pero no cabalmente y tratar que afecte al mínimo, la vida y existencia de los Pastores. No se va de frente y no se busca resolver todas las aristas que han generado la situación, de tal manera de darle una completa solución. Esto no lo digo solo por lo sucedido con Barros y Karadima, sino por mi experiencia personal y mi trabajo de 27 años cercana a la Conferencia Episcopal, donde podría mostrar y demostrar un gran número de estas situaciones.
Pero vayamos al tema Karadima - Barros y analicemos sus diversos flancos y la actitud del Episcopado.Es preciso analizarlo tanto jurídica, ética como estéticamente.
1.- La Manipulación de Consciencia.
Si analizamos el tema Karadima, la Manipulación de Consciencia es lo más grave, tanto y más que el abuso sexual. Afecta a una gran masa de católicos que eran efectivamente Dirigidos Espiritualmente por él[1] .
Si bien se sabe que todo abuso sexual parte con la manipulación del individuo, no toda manipulación de consciencia termina en el abuso sexual, pero si en otra más importante que es el manejar, dominar y abusar psicológicamente de una persona.
El abuso sexual es a algunas personas, la manipulación de consciencia es a muchísimas personas.
Dios nos hizo libres y resguardó como lo más importante de nuestra vida, el “libre albedrio”. Él no manipula, no impone, no exige que se haga lo que él quiere, sino que nos “conduce” con sabiduría y amor de Padre hacia una felicidad presente y futura.
Al entregar la conducción de sus ovejas a un pastor, sea sacerdote u Obispo, está pidiendo compartir esa importante tarea de ayudar a cada persona a descubrir el camino único querido por Dios y apoyarlo para que lo recorra por voluntad y convicción propia. Por eso la Manipulación de Consciencia es totalmente contraria al querer de Dios y por lo mismo la ejercida por Karadima es lo más grave de todo lo que se le pudo juzgar.
En las declaraciones del juicio penal y civil realizado en Chile, todos los entrevistados, más de 30 personas, coinciden fuertemente en esta situación de manipulación. No todos los que declaran fueron abusados sexualmente, pero si todos reconocen haber sido manipulados en su consciencia.
¿Pero que ha dicho y ha hecho la Iglesia al respecto? No hay perdón ni menos reparación a estas víctimas.
Parece que no hubieran existido. Se habla, pero a la vez se invisibiliza. En definitiva, no se responde por lo más sagrado que debemos cuidar; la libertad de conciencia de quienes se confían libre y voluntariamente, creyendo en el rol sacerdotal de puente con Dios.
Hay miles de textos en el que la Iglesia reconoce y valora la dignidad y libertad de cada persona como el más preciado tesoro a cuidar.
Pero el tema no termina aquí. Hay responsables que tampoco responden. En efecto, los pastores de la diócesis de Santiago, conocían de esta situación y no hicieron nada. Dos rectores de Seminario Mayor; los Padres Benjamín Pereira (1973-1984) y Juan de Castro (1987-1988), se los hicieron presente por escrito, porque veían esta conducta en la realidad de sus seminaristas que ni siquiera podían ser acompañados por un sacerdote del seminario. Solo Karadima podía efectivamente dirigirlos espiritualmente (textual en este caso).
Al respecto, el Sacerdote Rodrigo Polanco Fermandois, que perteneció a la Unión Sacerdotal del Sagrado Corazón gestado por Karadima, declaró en Rol Corte N° 9209-2012 ante el Juez Civil Juan Manuel Muñoz Pardo[2]: “En general en la Iglesia de Santiago era conocido que el padre Karadima practicaba un estilo de dirección espiritual abusivo, si bien, no puedo conocer cuánto ni quiénes y nosotros no nos dábamos cuenta. Karadima era un hombre muy conocido y la Iglesia más o menos conocía su modo de actuar, tanto laicos como los sacerdotes en cuanto a una dirección espiritual abusiva. Cuando se le consulta quién lo sabía, responde: “Ciertamente los rectores del Seminario de la época en que todos fuimos seminaristas y un número importante del clero nos fueron manifestando posteriormente que eso se notaba y se sabía eso, de lo cual es presumible que era una cosa bastante generalizada.”
Se le pide que individualice a los rectores del Seminario de esa época y que ha referido en su declaración y responde: “Benjamín Pereira y Juan De Castro, que fueron los dos que tuve yo directamente”. Se le consulta si sabe si se tomaron medidas y responde “No he conocido, ni públicamente he percibido medidas directamente tendientes a impedir, evitar, corregir o reparar esos abusos de conciencia cometidos ni el daño ocasionado.”
En el mismo Juicio se le consulta a Monseñor Francisco Javier Errázuriz “si conoció un informe de Juan de Castro en los años 90, en relación a la forma de actuar de Karadima con sus discípulos, en caso afirmativo, para que diga cuál era su contenido. Responde: “leí ese informe, no lo recuerdo en detalle, pero sí recuerdo que tanto el padre Benjamín Pereira, primer rector del nuevo seminario, como el padre Juan de Castro, tuvieron dificultades, en lograr que los formadores del seminario fueran los verdaderos formadores de aquellos seminaristas que provenían de la Parroquia de El Bosque y que no continuara la influencia formadora de Karadima. Consideraban que constituía un grupo aparte del resto de los seminaristas y que el padre Karadima intervenía en darles consejos, aun contrarios a la comunión en el seminario. Hice lo posible para que esto no ocurriera, cuando llegue a ser Arzobispo de Santiago el año 1998.”
Como vemos, estos testimonios corroboran el conocimiento de las irregularidades en la forma de actuar de Karadima como sacerdote, específicamente en la forma como se relacionaba con los seminaristas y los miembros de su comunidad.
Cabe agregar que los 4 Obispos pertenecientes a la Comunidad del Sagrado Corazón, diariamente debían llamar a Karadima y contarles lo que hacían. Si no sucedía les cobraba sentimientos. Entiendo que esto concluyó cuando se dicta la sentencia de parte del Vaticano.
¡Así era el control que ejercía sobre las personas!
Ahora este hecho tiene al menos dos enfoques posibles. Primero, si estos Pastores se formaron de esta manera y se sometieron a ella. Esto lo vivieron y aceptaron desde siempre y hasta solo el 2010. ¿Están en condiciones de conducir fieles? ¿Se les puede entregar una diócesis? Segundo; ¿Es posible que por estos hechos la Iglesia no pida perdón y no busque los resguardos suficientes para que no ocurran tal como lo ha hecho con los abusos sexuales?
Esta situación, no ha sido aclarada, ni se han asumido las responsabilidades de parte de quienes corresponden, siendo de la mayor gravedad. Más aún cuando el propio Papa ha señalado “cuidado con sustituir la consciencia”. ¿Quién responde? Las responsabilidades implican derechos y obligaciones, cuando al no detener la situación oportunamente se permite que se siga actuando en contra de otros fieles, todos quienes tuvieron responsabilidades en la conducción de la diócesis tienen el deber de responder. Hay pastores que ya están en la casa del Padre, pero los que sobreviven en representación de la Iglesia debieran decir algo al respecto.
Por otra parte, la Iglesia debiera establecer medios e instrumentos que busquen evitar que situaciones de esta naturaleza se vuelvan a producir. Recordemos que el caso de Marcial Maciel y el ahora fundador de los Sodalicios Luis Fernando Figari tienen, al parecer, similar patrón de conducta.
2.- Una Nueva Eclesiología
El Papa ha señalado reiteradamente, en decenas de homilías, documentos, entrevistas y donde quieran escucharlo, que el Clericalismo es el mayor mal de nuestra Iglesia. Sin duda alguna que quiere asumir la nueva Eclesiología del Concilio Vaticano II que había quedado algo relegada en este aspecto. En Chile lo reitera con mucha fuerza y le señala a los Pastores que los laicos no somos peones de ellos. Laicos y consagrados somos iguales en dignidad y diferente en las funciones. Como diría el Padre José Kentenich somos Partner.
Siendo así, significa que el laicado tiene algo importante que decir a la Iglesia, somos con los consagrado “corresponsables” de ella.
Por lo mismo,me gustaría preguntarle al Santo Padre; Si usted quiere que asumamos compromiso, que nos hagamos realmente responsables de nuestra Iglesia. Si desea que actuemos con la verdad, que asumamos la adultez y digamos lo que nos parece y no nos parece. Si laicos y sacerdotes de la diócesis y fuera de la diócesis creemos que no es prudente la nominación del Obispo Barros en Osorno, al igual que la opinión que le dieron a usted, los Cardenales Errazuriz y Ezzati y Monseñor Goic presidente entonces de la Conferencia Episcopal, ¿Por qué nos trata de Tontos influenciados por los zurdos?
Usted no aclaró esto cuando vino a Chile y estamos como Iglesia pagando las consecuencias de ello. Quiero que sepa se conversó en todos los círculos internos, incluso en la comisión que preparaba su visita; que éste tema podría generar una situación de crisis. No creo que con la magnitud y las repercusiones que tuvo. Por lo tanto, querido Papa, era necesariamente una situación conflictiva que debía ser abordada.
Cuando pidió perdón por los abusos en La Moneda, se esperó también el perdón por las injustas palabas emitidas hacia una comunidad creyente de la cual es también pastor. Al no suceder, era previsible que nos reventaría en la cara.
Si somos corresponsables del presente y futuro de nuestra Iglesia, ¿por qué no escucha directamente la opinión de una comunidad, siendo que la mayor responsabilidad que usted tiene como Obispo de Roma es procurar la unidad de la Iglesia?
Sin embargo, ha escuchado a un Nuncio que definitivamente está alejado de la realidad del país y de nuestra Iglesia. Que se ha equivocado seriamente con este nombramiento que contaba con muchos detractores dentro de la propia Conferencia Episcopal.
Usted envió una carta a los miembros del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de chile[3] y señaló que “Scapolo había planeado pedir el año anterior la renuncia a Barros, quien se desempeñaba entonces como capellán en el ejército. Scapolo también lo exhorta a tomar un periodo sabático antes de asumir otra responsabilidad pastoral como obispo diocesano". Usted en dicha misiva señala que el nuncio tenía pensada una estrategia similar para otros dos obispos, también formados por Karadima. Sin embargo, afirmó que todo se frustró cuando Scapolo habló sobre el plan con Barros. "Como ustedes podrán comprender, este comentario del Sr. Nuncio complicó y bloqueó todo eventual camino ulterior en el sentido de ofrecer un año sabático".
Siendo el Nuncio responsable de generar tanto daño a nuestra Iglesia ¿No cree que sería bueno revisar su continuidad en el país?
Usted nos ha presentado una nueva eclesiología para estos tiempos. Usted sabe que en pleno siglo XXI ya no será posible imponerle un obispo a la comunidad sin, en alguna medida, consultarle, cosa que ya se hacía enlos orígenes de nuestra Iglesia. Hoy se torna evidente que las confianzas y las entregas no se definen solo por decreto. Es un tema que va mucho más allá.
Valoramos y nos comprometemos con esta nueva eclesiología, y por ello, nos atrevemos a representarle nuestra opinión, pero necesitamos que se actúe también conforme a ella.
¡Que hermoso diálogo podríamos tener con nuestro gran Papa Francisco para aclarar estas dudas!
3.- Situación de las Victimas y Reparación
Es poco comprensible, que por una parte se les crea a las víctimas en relación al abuso sexual de Karadima y la Iglesia como la Justicia Penal, lo condene[4] por ello, pero después, no se les crea sus denuncias de complicidad de Barros. Son los mismos, que desde siempre han declarado lo mismo. Inverosímil le parece al Padre Fernando Montes y el país no puede comprenderlo. Que no hay denuncia, bueno pero la Iglesia puede actuar de oficio. No hay justificación para ello.
Es cierto que no se puede juzgar si no hay evidencia, pero si es lo mejor para una comunidad y para la Iglesia Chilena ¿no sería de mayor valor destinarlo a funciones distintas dentro de la Iglesia? Es un bien superior el que lo demanda.
Se ha sabido que las victimas perdieron un juicio indemnizatorio el año pasado, pero sigue la pregunta ¿Qué ha hecho la Iglesia por reparar el daño ocasionado por Karadima y otros abusadores?
Poco o nada se sabe al respecto. Si se ha cometido una falta, aun cuando haya sentencia que no determine a la Iglesia a indemnizar, tiene la obligación de reparar de alguna manera el daño ocasionado. No sería ético ni estético no hacerlo.
Si ha habido acuerdos en esta u otras situaciones, la transparencia de hoy obliga que al menos se sepa el acuerdo, aun cuando se guarde su contenido, cosa que los católicos y los chilenos nada sabemos.
Como vemos hay muchas aristas no abordadas y al quedar en el aire ocasionan situaciones imprevisibles. La manera histórica con que la Iglesia ha procurado resolver los conflictos hoy no es posible emplearla. Si bien hay mucha consciencia en la necesidad de superarlo, es una cultura muy arraigada de la cual no es fácil salir.
Es importante reflexionar en esta frase dicha por Padre Fernando Montes: “La Iglesia no se salva por el Monolitismo, sino por el valor de la Verdad”
[1]Director Espiritual, un mal concepto de antaño que se presta para estas conductas. Hoy se denomina acompañamiento espiritual.
[2]Juicio por reparación de la victimas sentencia de 2017 que no da lugar a lo solicitado
[3] Carta 31 de enero de 2015, recientemente hecha pública.
[4]Si bien la Justicia Chilena reconoció su culpabilidad no pude ser condenado por la prescripción de la falta
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Tuvo que enfrentar una prensa, com El Mercurio, que no tenía ningún interés en lo que él decía: solo quería que condenara a Barros.
ArturoTroncoso
Providencia
Jorge Ibarra
FAF Chile
Patricia
Chile
1. Incluye reflexiones que van más allá de los abusos sexuales cometidos, ayuda a comprender y cortar la raíz del problema: la mentalidad de falta de libertad que aún existe en la Iglesia.
2. Es muy raro encontrar disensión en los fieles de la Iglesia. Es como si estuviese prohibido expresar opiniones contrarias a la "opinión oficial", atrofiando el órgano que produce pensamiento crítico o ideas originales. Creo que sintoniza con el sentir de muchos católicos, quienes no lo han manifestado públicamente, hasta ahora.
3. Ofrece un camino de solución. Si los laicos somos verdaderamente parte de la Iglesia, y no sólo una manada de seguidores, me parece absolutamente necesario que exista disenso, discusión, propuestas de salida, en fin, que influyamos en el curso de acción sin estar obligados a decir sólo lo que pueda parecer acorde a la verdad oficial.
Lamentablemente, las palabras del Papa sobre el tema no ayudaron mucho a
Este caso genera aun muchas interrogantes no resueltas.
Creo que el problema con estos obispos involucrados es mas pedestre y se llama "poder".
Los laicos no sabemos que significa moverse en esferas de poder de la iglesia, ya que la mayoria de los cargos la ocupan consagrados y hombres.
El clericalismo es muy fuerte aun, y mas en Chile.
Rosario Zamora
Chile
Fernando Besser
Federado Schoenstatt
Sin embargo, despues de una segunda y terceira lectura esta carta, tengo que confesar, no me ayuda mucho.
Siento, sinceramente que con su espécie de diagnostico, que aúna no lo es, se queda atrapado en los acontencimientos.
Continua...
Marcelo Aravena
Sao Paulo, BR
Jose
Iquique
A mí lo que más me duele de esta situación, que todos hubiéramos querido que fuera diferente, es que el objetivo subyacente de la visita dela Papa, el más necesitado por la iglesia chilena y el más querido seguramente por este Papa, el de "rescatar" a esa gran masa de personas que alguna vez se cobijaron al alero de la iglesia y que hoy, por desconfianza frente a sus pastores y por sentir que esta iglesia no está cerca de sus preocupaciones y necesidades reales, se alejaron. Algo que las estadísticas reflejan nítidamente. Objetivo que se frustró en gran medida por el "tema Barros" que visibilizó la opacidad de una jerarquía eclesiástica que no supo enfrentar abiertamente, en estas circunstancias, el tema de los abusos, más allá del inédito y sincero "mea culpa" asumido por el Papa en nombre de la iglesia, generándose así un clima social adverso y restando amplitud y resonancia pública a los importantísimos mensajes que nos trasmitió el Santo Pa
Nosotros, las ovejas fieles del rebaño, entendemos y valoramos sus palabras y gestos, y lo seguimos sin vacilación. Pero la "opinión pública", la "gente de a pie" que se
Guillermo Parra
Viña del Mar - Chile
Sospecho que este Papa, más que al rebaño que lo sigue fiel, tenía en su mirada y en su corazón a este otro rebaño, siguiendo la huella de su Maestro (no he venido a llamar a los justos sino), (No es el sano el que tiene necesidad del médico). El Papa no vino a convencer a los ya convencidos. Vino por ellos. Vino como Pastor a reunir al rebaño disperso. ¿Lo logró? Creo que no cómo se necesitaba y como él hubiera querido, por muchas o casi todas las razones que dio Patricio.
Guillermo Parra S.
Viña del Mar - Chi
Maria Isabel Herreros Herrera
Viña del Mar, Chile
Silvia
Argentina
Diego Santos
Paraná, Argentina