Francisco en Chile - Recuento del 1er día de su visita
Martes 16 de enero de 2018 | Patricio Young MoreauFRANCISCO, UN PAPA QUE NOS CONOCE
Que distinto es escuchar a un Papa que nos habla con nuestro idioma, con nuestras expresiones y vivencias. Un Papa que testimonia un gran afecto por nuestra patria.
Sus palabras parten con prosas de nuestro Himno Nacional y de una valoración a nuestra riqueza humana y geográfica.
Pero también conoce nuestras debilidades y nos la señala con claridad cuando expresa:
“Tienen ustedes, por tanto, un reto grande y apasionante: seguir trabajando para que la democracia y el sueño de sus mayores, más allá de sus aspectos formales, sea de verdad lugar de encuentro para todos. Que sea un lugar en el que todos, sin excepción, se sientan convocados a construir casa, familia y nación”. Palabras que tienen un profundo sentido y una necesaria reflexión después de las pasadas elecciones presidenciales.
Al respecto cita a Monseñor Silva Henríquez cuando señala: ”Nosotros —todos— somos constructores de la obra más bella: la patria”, y al Padre Hurtado: “Una Nación, más que por sus fronteras, más que su tierra, sus cordilleras, sus mares, más que su lengua o sus tradiciones, es una misión a cumplir”.
Con ello nos “toca en los cachos” frente al derrotismo, a la desesperanza, a la crítica permanente de todo y por todo, a la incapacidad para dialogar, para respetarnos para construir juntos esta Casa Común.
También sabe y conoce la realidad que vive nuestra Iglesia que ha sido afectada por el más grande de los terremotos nunca vivido a causa del abuso sexual de miembros consagrados de nuestra Iglesia. “No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia. Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir.”
Por lo hondo y profundo que nos ha afectado, por la figura de quienes han estado implicados, es que desea hacerlo en su primera palabra y en la propia casa de gobierno, dándole la importancia y significación de la formalidad que este momento tiene para el país.
En el masivo encuentro del Parque O´Higgins, que mantuvo en vela a tantos para poder participar en él, centra su homilía en las Bienaventuranzas, en todo el significado que tienen para la felicidad de cada uno y de un pueblo. Nos dice que “Las bienaventuranzas nacen del corazón misericordioso que no se cansa de esperar. Y explica que la esperanza (cita a Neruda en “El habitante y su esperanza”, 5) «es el nuevo día, la extirpación de una inmovilidad, el sacudimiento de una postración negativa»
En definitiva, nos muestra que debemos ser como signos de una buena nueva, un camino y expresión de una felicidad honda que nos conmueve y transforma. “¿Quieres dicha? ¿Quieres felicidad? Felices los que trabajan para que otros puedan tener una vida dichosa. ¿Quieres paz?, trabaja por la paz. No puedo dejar de evocar a ese gran pastor que tuvo Santiago cuando en un Te Deum decía: “Si quieres la paz, trabaja por la justicia… Y si alguien nos pregunta ¿qué es la justicia?, o si acaso consiste solamente en “no robar”, le diremos que existe otra justicia: la que exige que cada hombre sea tratado como hombre” (Card. Raúl Silva Henríquez, Homilía Te Deum Ecuménico, 18 septiembre 1977).
El Papa Francisco nos dice que este camino es de altos y bajos, es de luces y sombras, pero también nos recuerda nuestra realidad como nación: “¡Cuánto conoce el corazón chileno de reconstrucciones y de volver a empezar; cuánto conocen ustedes de levantarse después de tantos derrumbes! ¡A ese corazón apela Jesús; para que ese corazón reciba las bienaventuranzas!”
Al final nos encomienda a la Virgen del San Cristóbal.
Posteriormente vive el momento más emocionante, donde se vio más conmovido, en el Centro Penitenciario Femenino. Después de abrazar y besar a cada niño, se dispone a escuchar. Pero que duro fue oír de parte de la hermana Nelly León “Lamentablemente en Chile se encarcela la pobreza”. Sinceramente una frase que resuena hondamente y que tiene muchos significados. Que obliga al país a reflexionar y a hacer verdadera justicia, donde los que tienen y delinquen también paguen con cárcel.
El Papa después de escuchar el perdón y las palabras de una reclusa les señala: "Gracias por recordarnos esa actitud (pedir perdón) sin la cual nos deshumanizamos, perdemos la conciencia de que nos equivocamos y que cada día estamos invitados a volver a empezar"
"Estar privadas de libertad no es sinónimo de pérdida de sueños y de esperanza. Ser privado de libertad, no es lo mismo que estar privado de dignidad. Nadie puede ser privado de la dignidad".
Plantea un gran desafío a la sociedad: “la seguridad pública no hay que reducirla sólo a medidas de mayor control sino, y sobre todo, edificarla con medidas de prevención, con trabajo, educación y mayor comunidad".
Y les invita a soñar, a tener esperanzas y a mantener su dignidad. "Una pena sin futuro no es humana, es una tortura. Toda pena que se pague con la sociedad tiene que tener horizonte. Horizonte de reinsertarse. Eso ustedes exíjanlo: a ustedes mismas y a la sociedad".
La palabra al mundo religioso, en la Catedral de Santiago, reconoce las dificultades de ser Sacerdote hoy en nuestro país a causa del descrédito de la Iglesia a causa de algunos: "ha crecido la cizaña del mal y su secuela del escándalo". "Conozco el dolor que han causado los casos de abusos a menores de edad y sigo con atención que se hace para superarlo. Dolor de las familias que se han visto traicionadas, dolor por la comunidad y dolor por ustedes, que además del desgaste de la entrega, han visto la sospecha y desconfianza".
Los incita a enfrentar la realidad tal como es y a no caer en el derrotismo: "Ante esto podemos caer en la tentación de recluirnos, pensar que todo está mal, en lugar de profesar una buena nueva, pensamos en apatía y desilusión (…). Nos guste o no estamos invitados a enfrentar la realidad, así como se presenta".
Los desafía entonces a levantarse a superar ese hondo pesar y construir un mejor futuro para nuestra Iglesia.
Por su parte el encuentro con los Obispos, se centró claramente en el Clericalismo y señaló, como lo viene repitiendo permanentemente, que es el mayor flagelo de nuestra Iglesia. Les dijo claramente que los laicos no eran posesión de ellos ni que debían repetir lo que ellos quisieran. Que la Iglesia es un Pueblo que la construimos todos y donde nos debemos unos a otros. Cuidado con los pastores desorientados que desorientan a sus rebaños, señaló.
En resumen, un día muy fuerte y profundo, que fue tocando los temas de fondo de cada uno de los públicos que le escuchaban. Lo dijo todo y nos deja muy grandes tareas para nuestra Iglesia y para el país.
¡Qué bueno es escuchar a un Papa tan nuestro!
Patricio Young Moreau
16 de enero de 2018
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Maria
Chile
Una buena respuesta a quienes no encuentran sentido y malversación en la visita de Francisco. NO PUEDEN DECIR QUE SU MENSAJE ES VAGO, VACIO Y SIN APLICACION DE PRAXIS NO UTOPICA.
Gracias Patricio.
NOS CUM PROLE LIA.
Evangelizar es tomar en serio el IP.
bendiciones
JOHN hitchman
JOHN HITCHMAN
China