Rescate en el Aconcagua
En estos días se vio por la pantalla de la TV argentina un caso desgarrador: la filmación de un rescate en el Aconcagua a 6500 mts. de altura. Al camarógrafo que va relatando paso a paso los momentos...
| Cecilia Sturla Cecilia Sturla
En estos días se vio por la pantalla de la TV argentina un caso desgarrador: la filmación de un rescate en el Aconcagua a 6500 mts. de altura.
Al camarógrafo que va relatando paso a paso los momentos tremendos de la agonía del andinista argentino se le entrecorta la voz impactada por el cansancio extremo. Es una visión que a uno le detiene el corazón, porque se ve cómo la vida va retirándose poco a poco de este joven sin que nadie pueda hacer nada. La impotencia, la altura, la falta de oxígeno y unas condiciones climáticas verdaderamente desastrosas, hacen que el espectador quede enmudecido durante los escasos tres minutos que dura la grabación.Los efectos fueron inmediatos como lo exigen los tiempos de comunicaciones instantáneas: el fuerte impacto dio lugar a una ráfaga de críticas, demandas y periodistas que no hicieron más que propagar el asombro en cuestiones tales como: "¿Por qué el camarógrafo en vez de filmar no prestó ayuda? ¿Cómo lo tiraban con sogas? ¿No había camillas de rescate?".Un sinfín de cuestionamientos no respondidos exacerbó los ánimos.Hoy a la tarde presencié indirectamente los efectos de la noticia: mientras estaba tomando un café en un Cyber, la gente que allí había estaba conversando a grandes voces. Cuando la pantalla de TV repitió el rescate del andinista, todos quedaron callados y durante esos tres minutos nadie habló. Se podía escuchar el vuelo de una mosca. Cuando la noticia pasó, todos empezaron a opinar.Mi humilde pregunta es: ¿Qué podemos opinar sobre condiciones tan extremas si el gran porcentaje de la gente no sabe lo que es estar a 6.500 mts. de altura? ¿Hasta dónde llega el morbo humano que necesitamos ver la muerte lenta y agonizante de un joven que 1.000 metros más abajo gozaba de perfecta salud? ¿Es ético mostrar semejante tragedia? ¿Por qué a los padres de este joven les agregan al infinito dolor por la muerte de un hijo el detalle hasta el hartazgo de la manera en que murió?.Unos dirán: el video sirvió para que mejoren los equipos de rescate del Aconcagua, que, como gran parte de la Argentina, funciona pésimo. Otros afirmarán que es bueno porque es una prueba contundente de lo que allí pasó. Lo cierto es que ningún argumento es válido cuando se trata de la muerte, y de la muerte digna. Y la muerte de este joven de un edema pulmonar, no se puede transformar en una noticia que sume rating (y por lo tanto recaude dinero), porque la dignidad humana es prioritaria a cualquier acto humano. Y si los argumentos filosóficos no alcanzan... basta con que nos pongamos cada uno de nosotros en la situación del andinista (y de los rescatistas), para sacar conclusiones lógicas y evidentemente ocultas al hombre de la posmodernidad, al hombre que busca lo efímero para no pensar en lo absoluto: si fuera yo el que se está arrastrando en la nieve porque sencillamente no puedo caminar ni un paso más... ¿me gustaría que estén filmando esos últimos momentos de angustia mortal? El joven parecía un perro al que arrastran de una cuerda... Y la imagen de un perro no eleva la dignidad humana. Son cuestiones que no admiten réplica. ¿O sí?
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