Unos minutos de sinceridad

Patricio Young es uno de nuestros más leídos y reconocidos columnistas, y hoy nos ha enviado su texto más íntimo hasta ahora, donde explica las razones que lo han llevado a publicar más de 80 columnas en Schoenstatt Vivo, y el tono crítico que lo ha caracterizado.

Jueves 6 de octubre de 2016

Queridos Lectores, se han cumplido 7 años de comunicación ininterrumpida con ustedes a través de 88 columnas publicadas en este medio. Lo primero que deseo, es hacerles presente mi enorme gratitud por el alto nivel de lectura y comentarios que éstos han tenido.

Pero también deseo compartir con ustedes la razón que me lleva a ocupar este importante espacio de nuestra Familia.
El interés de escribir, si bien nace de mi vocación, debía tener un sentido, un motivo que aportara valor a una familia con la que estoy ligado ya por más de 50 años. Más que un miembro de Schoenstatt, Schoenstatt es parte de mi vida. Por ello todo lo que he reflexionado con ustedes en este tiempo es una expresión del amor por nuestro movimiento y su misión.

Las voces del tiempo en nuestra familia mostraban una ausencia o falta de autocrítica, más aún, si alguien osaba entrar a cuestionar algunos aspectos de nuestro movimiento o su práctica, se le cuestionaba abiertamente, era mal visto y pasaban a una especie de DICOM interno.

Como he dicho en otras columnas, había una gran contradicción. Mientras el movimiento nos planteaba a sus miembros la revisión permanente para crecer en santidad, se negaba a hacérselo a sí mismo para cumplir mejor con su misión. Recuerdo en mi juventud a miembros consagrados que frente a cualquier crítica de los jóvenes decían: "bueno si no te gusta puedes irte". Esa era su sabia respuesta.
Antes de comenzar a escribir procuré leer y estudiar mucho a nuestro Padre y allí comprendí que esta realidad era muy distante a lo que él había pensado para nuestra familia. Siempre quiso aliados dispuestos a tener sus propias ideas y a confrontarlas, eso incluso se lo exigía a sus alumnos en el seminario Palotino. Por lo tanto, nunca pensó en un Movimiento autocomplaciente.

También comprendí su principio de la "unilateralidad orgánica". ¿Qué significa? Según su visión de las polaridades, hay momentos de desequilibrio en que es necesario afirmar más un polo con el fin de contrapesar una situación que no está en su real equilibrio. Hay muchas expresiones de este principio en la vida de nuestra familia. Así frente a esta realidad de un movimiento autocomplaciente, había que generar una mirada crítica sin caer tampoco en una actitud autoflagelante que sería caer en el otro extremo.

Allí entonces comprendí que debía asumir esa mirada que estaba ausente en la vida real de Schoenstatt, con todo el costo que implicara. Había que generar una contracorriente interna que fuese capaz de provocar una revisión, que ayudara a otros a atreverse a expresar las observaciones críticas que pensaban o comentaban solo en círculos de confianza, a generar debate a mostrar diferencias. En definitiva, ayudar a darle un impulso de vida a nuestra familia.

Al evaluar estos 7 años creo que la opción fue válida, algo hemos podido aportar en esta dirección. Creo que el gran interés de lectura de estas columnas son el resultado de un tremendo anhelo por conocer miradas diferentes y muchos, como me lo han hecho presente, se han visto identificado en parte o totalmente con todas o alguna de ellas.

Hoy podemos ver un Movimiento más abierto al debate, a la confrontación de ideas, a las mismas críticas. Sin duda quizás no sea suficiente. Es posible que no se hayan avanzado como muchos quisiéramos, que quedan muchas tareas pendientes, pero sin duda que hay un espíritu nuevo. Somos un movimiento más vivo y creciendo en consciencia de la tremenda misión que nuestro Padre nos dio.

Sin embargo, no todo ha sido crítica. Hay muchas reflexiones positivas y también propuestas a ser consideradas. Sin embargo, la aureola queda, así me lo han hecho sentir algunos hermanos en la alianza y también algunos padres. Soy un experto en posicionamiento y por lo mismo sé que cuando se logra generar una identidad determinada es difícil y complejo revertirla o modificarla en el corto plazo. Por lo tanto, el que algunos me definan como "algo criticón" era evidente que se produciría frente a la ausencia de este tipo de mensajes al interior de la familia. Quizás hoy esta mirada no sería tan ruidosa. Recuerdo las primeras columnas, varios miembros de nuestra familia me enviaron email cuestionando que hiciera pública, al interior de la familia, una opinión de esta naturaleza.

Pero, si nuestro Padre fue cuestionado y criticado en su tiempo, quién quiera ser su hijo no puede transitar por otro camino. El haber ayudado a romper una inercia o el sedentarismo, como diría él, que nos venía destruyendo como movimiento, naturalmente tiene su costo, el que conscientemente he asumido.
"La Característica propia de nuestra Familia está en señalar, con cierta unilateralidad en la organización y la vida, hacia el futuro así delineado; en dejarse inspirar por él, anticiparlo desde ahora describiéndolo con trazos audaces, y en esforzarse por plasmarlo y configurarlo. Hombres que vivan solo en el pasado y el presente, que conozcan sólo la antigua orilla, que tengan una actitud exclusivamente conservadora, difícilmente estarán en condiciones de confrontarse con la visión del futuro de Schoenstatt y con los medios y caminos para su realización" (PK . Espíritu y Forma pag. 33)

Sin duda alguna que los mayores méritos de todo esto los tiene el Padre Rafael Fernandez, quien construyó este espacio de diálogo y debate. Infinitas gracias por Schoenstatt Vivo, por todos los instrumentos comunicacionales que ha ayudado a gestar y por todo el tremendo aporte que le ha dado a nuestra Familia.
Aprovecho de pedir disculpas si en este camino he sido muy duro con mis palabras o he afectado a alguien con mis comentarios. Sepan siempre que el único interés que me motiva es el amor por Schoenstatt y el convencimiento de que solo un Movimiento vivo puede trascender y no quedarse ensimismamiento en su pasado. Para ello requiere necesariamente del diálogo, el debate, la confrontación de ideas y también la crítica. Lo otro naturalmente lleva a constituirnos en un movimiento intrascendente que con el tiempo vivirá en la paz de los cementerios.

Espero seguir escribiendo hasta cuando las limitaciones me lo impidan. Sigamos juntos, con esta mirada, con Cristo y nuestra Mater, construyendo a través de nuestro Movimiento las bases de la transformación del mundo.

Comentarios
Total comentarios: 2
17/05/2017 - 22:14:33  
Gracias señor Young por llevar a Schoenstatt por caminos que van con los tiempos.

Veronica lepeley
Chile
31/03/2017 - 11:06:29  
Felicitaciones y un saludo fraterno desde Guayaquil Ecuador.

Jorge Alfredo Narvaez
Guayaquil Ecuador
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